Viajar a Estocolmo es hacerlo al corazón de Suecia. Esta ciudad llena de cultura, diseño e historia; es perfecta para cualquier escapada, ya sea en invierno o verano.
La capital de Suecia es perfecta para organizar una escapada de fin de semana. No se trata solo de qué ver en Estocolmo, pues lo tiene todo para pasarlo bien: buena gastronomía, parques y espacios verdes donde descansar y desconectar de mundo urbano, museos icónicos por descubrir, un casco histórico increíble, además de un archipiélago fascinante para aquellos que quieren dedicarle mucho más tiempo.
Sin duda, es una ciudad en la que el diseño y la modernidad casan perfectamente con lo histórico. Si no sabes por dónde empezar, sigue leyendo, porque te vamos a explicar todo lo esencial para que tu viaje a Estocolmo sea inolvidable.
Sumergirse en una ciudad con mucha historia
Estocolmo hoy en día es una de las capitales mundiales de la tecnología, con empresas emergentes y una economía prospera, además de una de las ciudades verdes de Europa con un carril bici cada vez más extenso y una preocupación por la sostenibilidad que se palpa al instante por la apuesta de un transporte público de calidad como el metro, que cualquiera que lo haya visitado, sabe que es una auténtica obra de arte.
Recorrer Estocolmo es muy fácil y agradable, cada distrito de la ciudad tiene algo especial: Södermalm es conocido por su ambiente creativo, Östermalm por su elegancia y lujo, Vasastan por ser la zona residencial con los restaurantes más representativos, Djurgården por ser un oasis verde, Kungsholmen por albergar el Ayuntamiento, y Norrmalm por su energía vibrante en pleno centro. De todos ellos, destacamos Gamla Stan, el casco histórico que conoceremos más a fondo.
Si estás pensando en visitar la ciudad, no le temas al clima. Estocolmo no se apaga en invierno, y sigue siendo igual de fascinante conocerla en estaciones como el otoño o la Navidad. Aunque puede haber lluvia y nieve, siempre hay opciones igualmente apetecibles de ocio y cultura. Recuerda que los suecos son los reyes del lagom, ese concepto que viene a definir cómo sentirse feliz con la vida sin excesos y con mesura. Por supuesto, el verano y la primavera son estaciones ideales para visitar Estocolmo o cualquier otra ciudad nórdica de Europa. El clima acompaña y sus espacios al aire libre son excepcionales para ver el cambio de estación.
Gmla Stan: un viaje al corazón de Estocolmo
La capital de Escandinavia fue fundada, oficialmente, en 1252 por el estadista sueco Birger Jarl. Ya a finales del siglo XIII estaba considerada la ciudad más grande Suecia y el principal centro político, donde también vivía la familia real. Actualmente, sigue siéndolo ya que Suecia es una monarquía constitucional y una democracia parlamentaria, y la familia real tiene como residencia oficial el Palacio Real de Estocolmo.
Para entender su historia hay que visitar Gamla Stan, el barrio más antiguo de Estocolmo, cuyo primer asentamiento se remonta a la Edad Media. Con los edificios de colores icónicos, la mayoría de los siglos XVI y XVII, y sus estrechas y pintorescas calles, Gamla Stan tiene un carácter único. Podríamos decir que estamos frente a un museo viviente.
En este barrio vas a poder conocer Västerlånggatan y Österlånggatan, que son las calles principales, Stortoget, su plaza principal y un icono arquitectónico. ¿Sabías que es la plaza más antigua de la ciudad de la que ya se habla en escritos en el 1400? Esta misma plaza alberga varios lugares de obligada visita como el Nobel Prize Museum, un museo que recoge toda la información de los premios Nobel, el popular café Chokladkoppen, la panadería Grillska Huset y el bar y restaurante Pharmarium.
Otra de los lugares más importantes de este histórico barrio, es el Palacio Real, que está abierto al público y cuenta con más de 600 habitaciones y cinco museos en su interior. Este edificio fue construido en el siglo XVIII en estilo barroco italiano donde se encontraba antes de que se incendiara, en 1697, el castillo de las Tres Coronas. En el casco antiguo de Estocolmo también se encuentra la Catedral medieval, de 1279, el Museo Medieval, el Museo Judío y la Armería Real.
Por último, la Casa del Parlamento, que en un claro ejemplo de la apertura de Suecia está abierto a todo el mundo. Es decir, que todo aquel que esté interesado puede asistir a un debate en el Riksdagshuset (el Parlamento). Las visitas guiadas son gratuitas, pero solo se pueden reservar en el mismo edificio.
Qué hacer en Estocolmo: museos y mucha cultura
Ya hemos nombrado algunos de los museos más conocidos y visitados de Estocolmo, pero hay muchos más: clásicos y nuevos, además. Uno de los primeros es el Museo Vasa, que recibe su nombre por el buque de guerra Vasa, el más famoso de la historia militar sueca, que se hundió durante su viaje inaugural en 1628. Esta trágica historia salió a flote con su barco en 1950, desde entonces, y gracias a que salió intacto del mar, se exhibe en el museo. Este museo se encuentra en la isla verde de Djurgården donde también están el Museo ABBA (en honor al grupo musical sueco), Nordiska Museet, el museo que explora la vida en la región nórdica, y Skansen Open Air Museum, el museo al aire libre más antiguo del mundo, que combina el patrimonio de Suecia con animales salvajes. Obviamente, no se pueden visitar todos en el mismo día, así que lo recomendable es centrarse en uno o dos y seguir explorando la ciudad.
La oferta de museos es muy extensa, por ejemplo, en Moderna Museet podrás encontrar una de las colecciones de arte moderno y contemporáneo más importantes de Europa que incluye obras de Dalí, Picasso, Derkert, Christo, Duchamp y muchos más. Y en Nationalmuseum, el principal museo de arte y diseño sueco, más de 600 pinturas, dibujos, esculturas, cerámicas, muebles, diseños clásicos de objetos cotidianos del país y la ciudad.
Si quieres visitar los museos más nuevos de la ciudad debes dirigirte al Museo Sueco del Holocausto. Se encuentra en Torsgatan, en el centro de Estocolmo, y tiene como misión preservar toda la historia referente al Holocausto. También es nuevo, el Museo Nacional de Tecnología y Ciencia que cuenta con un cine en forma de cúpula. Wisdome proyecta películas y presentaciones sobre la exploración espacial, el cuerpo humano y la tecnología.
The Cell es una iniciativa conjunta entre el Museo Nacional de Tecnología y Ciencia y el Instituto Karolinska, que abrió sus puertas en abril de 2024, como una sala de exposiciones donde las ciencias biológicas de vanguardia se fusionan con el arte.
De Estocolmo tampoco puedes marcharte sin ver Fotografiska, que desde 2010, se ha convertido en uno de los espacios dedicados a la fotografía contemporánea más importantes del mundo, con sucursales en Nueva York, Milán, Tallin y Shanghái. El restaurante del museo ha ganado varios premios por su gran dedicación y sostenibilidad, y el bar al aire libre es un lugar de reunión bastante popular en verano.
The City Hall no es un museo, pero como si lo fuera. El Ayuntamiento es uno de los lugares más emblemáticos (y más queridos) de Estocolmo, construido con más de ocho millones de ladrillos rojos, ha sido la sede del poder desde 1923. El edificio fue diseñado por Ragnar Östberg y es un excelente ejemplo arquitectónico del romanticismo nacional sueco. Lo más destacable es que aquí se celebra cada año en diciembre el banquete de los premios Nobel. Concretamente, la ceremonia de entrega de premios tiene lugar en la sala de conciertos, Konserthuset, sede de la Real Orquesta Filarmónica de Estocolmo y un lugar de referencia para la música clásica.
Y, hablando de música, Estocolmo también es una excelente ciudad para ir a conciertos y festivales: lo más alternativos en Debaser, mientras que los principales artistas se pueden ver en recinto de Strawberry Arena (antes Friends Arena), o el en Avicii Arena, este en honor al DJ sueco fallecido en 2018.
Estocolmo, y Suecia en general, son conocidos por el diseño y por su lema “menos es más”. De hecho, IKEA nació en los años 40 en el pequeño pueblo sueco de Älmhult. Por lo que no es de extrañar, que muchos turistas vengan en busca de ideas de decoración a la ciudad de Estocolmo. Hay algunas direcciones que debes apuntar, si te encanta este estilo. Encontrarás tanto clásicos atemporales como Svenskt Tenn y Carl Malmsteen, como boutiques contemporáneas como Norrgavel y Nordiska Galleriet.
El mundo subterráneo de Estocolmo
El mundo subterráneo de Estocolmo es una obra de arte. Mientras en muchas ciudades del mundo nos conformamos con tener un servicio de metro normal y corriente (y que funcione con normalidad y puntualidad), en esta ciudad -la envidia de Europa- cuentan con estaciones de metro dignas de un museo.
En total, 110 kilómetros de longitud que guardan la historia apasionante que se extiende desde los pioneros artísticos de la década de 1950 hasta la actualidad. Un total de 100 estaciones (y creciendo), cada una de ellas con un diseño artístico propio, forman parte del metro desde 1957. Pasar un día aquí es básicamente como visitar la exposición de arte más grande del mundo pero bajo tierra.
Entre las más bonitas, están Kungsträdgården, T-Centralen y Stadion. La primera de ellas, refleja la gran mansión de Makalös, ubicada en el parque Kungsträdgården entre los años 1650 y 1825. Makalös fue destruida en un incendio, pero se redescubrieron restos del interior del palacio durante la construcción de la estación de metro, de ahí su nombre y representación artística. Merece la pena visitarla.
Qué comer en Estocolmo
Estocolmo es la ciudad del café. Sea a la hora que sea, siempre habrá una buena cafetería esperando tu visita, porque a los suecos les encanta el café, tanto que Suecia se sitúa habitualmente entre los cinco países del mundo donde más se consume. Planifica una visita a alguna de sus mejores cafeterías y practica el fika. Este momento tan mágico y vital como reunirte a comer y beber café con tus seres queridos, obviamente no puede faltar un clásico dulce de canela (kanelbulle).
Como ves, Estocolmo es un destino para los amantes de la buena gastronomía, ya que ofrece una amplia gama culinaria, desde restaurantes con estrellas Michelin hasta innovadores food trucks, con un enfoque cada vez mayor en la sostenibilidad. Lilla Ego, Solen, Aira (con dos estrellas Michelin), los restaurantes veganos Hermans y Sturehof son solo algunos ejemplos; también lo es la cocina casera (husmanskost) de Bakfickan, Operakällaren, en el parque céntrico de Kungsträdgården y Kvarnen, un establecimiento tradicional que sirve platos suecos clásicos como las albóndigas. Puedes encontrar una lista de cafeterías recomendadas y restaurantes en la página oficial de turismo de Estocolmo.
Los mejores parques y naturaleza de Estocolmo
No vamos a decir lo de que si te sobra tiempo, dedícaselo a los espacios naturales y parques de Estocolmo, porque no es así. Debes incluirlos sí o sí en tu visita a la ciudad, porque forman parte de la cultura y del estilo de vida de los suecos. Sus parques -más de 20- son auténticos ejemplos de que la vida urbana también puede ser de color verde y más relajada.
Alquila una bicicleta y dirígete a Haga Park, un exuberante parque ubicado en el Royal National City Park. Fundado por el monarca Gustavo III entre 1780 y 1797, Haga es el principal ejemplo de parque paisajístico inglés de Suecia y una de las zonas recreativas más populares del país. También alberga numerosos monumentos históricos, por ejemplo, un templo chino, un quiosco turco y un cementerio real, además del palacio Haga, residencia de la princesa heredera Victoria y su familia.
Otro lugar al que ir es Hornsbergs strandpark, cuyo sendero es un bonito paseo junto al agua. También lo son los parques de Humlegården, Ivar Lo’s Park, Kronobergsparken o Kungsträdgården.
¿Tienes más días? Entonces, ha llegado el momento de explorar el archipiélago, hay tantas opciones que no sabréis cuáles escoger. En este sentido, Fjäderholmarna, Gustavsberg y Vaxholm son las mejores opciones. Las islas Fjäderholmarna se encuentran a unos 30 minutos en barco desde el centro de Estocolmo, están llenas de restaurantes y hay muy buen ambiente, sobre todo en verano.
También es relativamente sencillo llegar a Gustavsberg, en la isla de Värmdö, con varios autobuses locales que parten de Slussen (el trayecto dura unos 30 minutos). En el pintoresco puerto encontrarás restaurantes, cafeterías y tiendas. Aquí también se encuentra la famosa fábrica de porcelana Gustavsbergs y el museo.
A Vaxholm se llega cogiendo el ferry de cercanías nº 83 desde Slussen (un viaje de aproximadamente 1 hora) o el autobús nº670 desde Tekniska Högskolan (45-50 minutos). Vaxholm es una encantadora y acogedora ciudad en el interior del archipiélago, con muchas casas de madera bien conservadas de principios del siglo XX. Sin embargo, su característica más notable es una antigua fortaleza, ahora convertida en un hotel y museo abierto solo durante el verano.