Viajar ahora a Brasil es una ventaja para los turistas: es el momento ideal para el avistamiento de tortugas y delfines, playas paradisíacas y exploración de la cultura local sudamericana.
Si el paraíso en la tierra existe, debe estar en Fernando de Noronha. Este archipiélago de 21 islas se encuentra en el estado de Pernambuco, Brasil, y cuenta con una superficie total de 26 kilómetros cuadrados de playas, miradores y vegetación terrestre y marina.
A 360 kilómetros de la costa continental del país, es un destino que destaca por sus paisajes naturales, sus espectaculares puestas de sol y un sinfín de actividades para parejas, grupos o en solitario. Sin grandes cadenas hoteleras, las posadas familiares son el principal alojamiento para los turistas, haciendo que la estancia sea personalizada y tenga un tinte a hogar.
En la isla principal del archipiélago, también conocida como Fernando de Noronha, se encuentra una de las mejores playas del mundo según los premios Travelers’ Choice 2021 de TripAdvisor. Se trata de Baia do Sancho, una larga y remota ensenada a la que sólo se puede acceder descendiendo por una escalera en zonas rocosas.
El bajo aforo y la limitada accesibilidad han permitido que se conserve en perfecto estado. Destacan sus arenas doradas, sus aguas turquesas y su exótica flora y fauna.
Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, alberga playas emblemáticas, como Praia do Leao, Praia do Cachorro y Praia do Conceição, así como miradores naturales, desde los cuales los turistas disfrutan de espectaculares amaneceres y atardeceres.
‘Ahora nos centramos en el ecoturismo y en los beneficios de los viajes a la naturaleza. Brasil tiene miles de experiencias para todos los viajeros, ya sea que vengan solos, en pareja, en familia o con amigos. Noronha y Amazonia son grandes ejemplos de lo que podemos ofrecer’, dice Carlos Brito, presidente de Embratur.
Contacto con la naturaleza: surf y buceo
Uno de los principales atractivos de la isla es la estrecha conexión con la naturaleza, presente en cada una de las actividades disponibles para los viajeros. La buena temperatura constante durante todo el año, aproximadamente 26ºC, junto con las aguas transparentes, proporcionan una excelente visibilidad a la hora de hacer buceo.
Es posible observar la fauna marina de la zona, llena de corales, peces, tortugas, delfines y tiburones.
La temporada de surf se abre de diciembre a febrero, meses ideales para aprovechar el oleaje del Atlántico. Durante esa época, son clásicas las postales de tablas de surf clavadas en la arena a la orilla del mar, surfistas logrando hazañas en swells gigantescos y olas que alcanzan los 5 metros de altura.
Las mejores recomendaciones para los amantes de este deporte son las playas de Cacimba do Padre, Conceição y Boldró.
Para los apasionados de los delfines este archipiélago se posiciona como un lugar de visita único, ya que en Baia dos Golfinhos se encuentra el mayor acuario natural del mundo, lugar donde estos cetáceos acuden para aparearse.
La primavera brasileña, el otoño europeo, es la mejor época para el avistamiento de tortugas, especialmente en Praia do Leão, donde las tortugas hembra llegan a poner huevos.
Aterrizaje y estancia en la isla
La única manera de llegar a Fernando de Noronha es en avión desde Recife o desde Natal. Azul Airlines ofrece vuelos diarios desde ambas localidades y Gol Airlines únicamente desde Recife. Los albergues, administrados por locales, están clasificados por la administración de Embratur y ganan una identificación de acuerdo con su categoría, siendo ‘Tres Delfines’ la más alta.
En cuanto a la oferta gastronómica, la isla ofrece experiencias que abarcan desde la cocina autóctona hasta sofisticados platos de mar internacionales. La cultura de bar se puede apreciar tanto de día como de noche, ya sea al borde de la playa para disfrutar bebiendo a pleno sol o como acompañamiento de la vida nocturna.
Consideraciones para viajar a Fernando de Noronha
Si viajar al paraíso es fácil, mantenerlo cuesta trabajo. Es necesario presentar a la compañía aérea responsable del vuelo, antes del embarque, un documento que acredite una prueba de antígeno, realizada dentro de las veinticuatro horas anteriores al vuelo, o de un test PCR, realizado dentro de las setenta y dos horas previas al embarque; ambos con resultado negativo o indetectable.
También se solicita la cumplimentación de la Declaración de Salud del Viajero – DSV, en un plazo máximo de veinticuatro horas antes del embarque, con el acuerdo de las medidas que debe cumplir durante el periodo que esté en el país.
Además, para preservar las maravillosas islas y hacer de Fernando de Noronha una experiencia accesible y única, el gobierno solicita una tasa medioambiental de aproximadamente 80 reales por día, cuyo coste final varía según la duración de la estancia.
Se recomienda llevar dinero en efectivo, ya que hay muchos lugares que no aceptan tarjetas de crédito y no hay gran disponibilidad de cajeros automáticos.