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Destino

Elvas, la pequeña ciudad portuguesa que encandiló a la UNESCO

Elvas guarda a buen recaudo uno de los mayores Patrimonios de la Humanidad de Portugal y abre la puerta de un Alentejo que ha sabido defender su riqueza cultural

Antes de entrar en Elvas, convengamos que una de las razones que han permitido que la región de Alentejo se ponga tan de moda es la capacidad que tienen sus gentes de demostrar que hay otro Portugal lejos de mundanales ruidos, playas y carapaus com molho. 

Alentejo es ese “otro Portugal” que cada año gana más adeptos por su tranquilidad y tesón, por su gastronomía calmada pero con personalidad, por su turismo rural cargado de historia y sencillez. Y esa es precisamente el alma de Elvas, posiblemente la ciudad medieval mas bonita de la región.

UNA RIQUEZA QUE NO SE PUEDE MEDIR NI CALCULAR

Elvas es un verdadero tesoro medieval, una villa que ha sabido conservar sus tesoros hasta el punto de que la UNESCO no pudo resistirse a convertirla en Patrimonio de la Humanidad en el año 2012. Es una de las ciudades medievales fortificadas mejor conservadas del mundo y sus murallas y baluartes se han convertido en uno de los mayores reclamos para los amantes de la historia medieval.

La ciudad se recorre muy rápidamente, ya que es bastante pequeña, y la mejor forma de iniciar la ruta es desde la Praça da República, lugar donde además se ubica la Oficina de Turismo. Frente a ella se encuentra nuestra primera parada, la Iglesia de la Asunción, que en su día pudo ser catedral pero que sucumbió a las exigencias de la diócesis de Évora. 

Este templo del siglo XVI fue diseñado por Francisco de Arruda, el mismo que construyó en Lisboa la famosa Torre de Belem. En su interior conserva un precioso órgano del siglo XVIII y en uno de los laterales alberga el Museo de Arte Sacro.

Hay que encaminarse hacia el castillo por esas maravillosas calles empedradas de Elvas, de casas encaladas con detalles amarillos y olor a madera vieja. Por el camino aparece la iglesia de las Dominicas, lo único que queda en pie de un convento del siglo XVI y que suele pasar desapercibida. No dudéis en pasar, ya que la entrada es gratuita y os podríais perder un verdadero espectáculo de azulejos del siglo XVII que adornan cada milímetro de la bóveda de la iglesia.

Siguiendo calle arriba hay que pasar por debajo del Arco de Santa Clara, que se encuentra en una bonita plaza presidida por una picota donde en su día se ajusticiaban a los reos. Una vez cruzado el arco se llega a los baluartes de la muralla de Elvas, y con ella su castillo. Pero antes de entrar en el castillo hay que dejarse impresionar por las vistas del Miradouro da Parada do Castelo, a los pies del mismo. 

El castillo es de origen musulmán y fue reconstruido posteriormente entre los siglos XIII y XV. Aún conserva dos de sus puertas de la línea defensiva y era el lugar donde residía el gobernador. Desde aquí se pueden recorrer las murallas llegando a la Torre del homenaje, que data del siglo XV y cuyo estado de conservación es envidiable.

El castillo se rodea de baluartes en un itinerario por las murallas que no lleva más de quince minutos y que regala un montón de fotografías de la villa desde muchos puntos diferentes. En el interior, además de poder acceder al patio, se encuentra un pequeño bar que permite hacer parada para refrescarse en días que el calor aprieta y no perdona.

Muy cerca del castillo, más concretamente en el baluarte de San João de Corujeira, se encuentra el Cementerio de los Ingleses, un lugar que dispone un mirador desde el que casi se llega a ver la provincia de Badajoz. Este cementerio se levantó en el año 1811 como consecuencia de los miles de soldados británicos caídos en los sitios de Badajoz y la batalla de La Albuera. Es uno de los cementerios militares británicos más antiguos que existen y se cree que se llegaron a enterrar cerca de 11.000 soldados a pesar de que solo se pueden apreciar cinco lápidas.

Desde uno de estos miradores se alcanza a ver el Acueducto de Amoreira, uno de los símbolos de la ciudad. Puede parecer romano ya que en nuestra retina siempre tendremos el colosal acueducto de Segovia; pero no, es medieval. A pesar de que se comenzó a construir en el año 1537, las obras llevaron casi un siglo hasta completar su construcción. Junto con el recinto fortificado, conforma la grandeza suficiente para ser nombrado Patrimonio de la Humanidad y uno de los lugares más fotografiados de Elvas.

TRES SITIOS PARA COMER EN ELVAS

Adega Regional (João Casqueiro, 23). Es el must de Elvas, ubicado muy cerca del Museo Contemporáneo y construido sobre un antiguo molino del siglo XIX. Cocina alentejana tradicional pero también apostando por platos un poco locos y fuera de lo común, según producto de mercado y de la temporada. Brochetas gigantes y arroz de marisco para quienes saben lo que es bueno. Su bodega esconde muchísimas referencias.

A Coluna (R. do Cabrito 7350). Este pequeñísimo restaurante no lo encontrarás en las guías pero sí muy cerca del anterior (por si no sois previsores con las reservas). Es el sitio perfecto para comer bien, sin esperas y a un precio justo. Tienen un plato del día que siempre cambia por lo que puedes encontrar almejas, cordero, rodaballo… ¿quién sabe? Son especialistas en darle a la dorada y al porco à alentejana un sabor inigualable.

O Lagar (Nova da Vedoria 7). Si no quieres correr riesgos y quieres deleitarte con la cocina alentejana más tradicional, O Lagar es tu sitio. Más retirado del casco histórico, este restaurante te puede dejar boquiabierto con sus pescados al carbón (la sepia es un escándalo). Migas, carnes ibéricas y gazpacho para los que añoran el verano español.

BONUS TRACK PARA CURIOSOS

Dos visitas muy curiosas que podéis hacer en Elvas se encuentran en los dos Fortes, ciudadelas fortificadas extramuros de la ciudad. Por un lado, el Forte de Nossa Senhora de Graça, a unos tres kilómetros, con forma de estrella y que nos da una idea de lo importante que fue Elvas militarmente. Por otro lado, el Forte de Santa Luzia, también con forma de estrella, que es la sede del Museo Militar.

La Feria de la Loza de Elvas es toda una institución en Portugal. Cuando llega el mes de septiembre el Parque de la Piedad, muy cerca del Acueducto, se transforma en un enorme mercadillo de loza y vajilla que convoca a las mejores firmas del país luso. La calidad y el precio de la vajilla hace que se convierta en un verdadero hormiguero de quienes buscan vajillas de diseño a precio de risa.

En Elvas los carnavales se celebran en el mes de junio al más puro estilo brasileño. Y es que, ya que hay que llevar poca ropa, que por lo menos la temperatura acompañe. Miles de personas acuden al que está considerado como uno de los carnavales más importantes de Portugal.

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