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Destino

Salto en paracaídas: los lugares más espectaculares del mundo para atreverse

Se abre la puerta del avión y ante nosotros el vacío. Un salto inolvidable sobre algunos de los parajes más bellos del mundo

El salto en paracaídas se lo debemos todo a la primera caída libre, con apertura retardada del paracaídas, que se realizó en 1914. Pero seguro que desde tiempos prehistóricos el ser humano contemplaba con admiración y envidia a los animales que podían surcar los cielos batiendo sus alas. Hoy en día, cuando preguntan a los niños qué superpoder les gustaría tener, no son pocos los que contestan que les gustaría poder volar.

Gracias a la inquieta mente humana, particularmente la de genios como Leonardo Da Vinci, finalmente conseguimos volar a bordo de distintos aparatos. Sin embargo, la sensación más espectacular la vivimos al saltar en caída libre desde un avión.

Saltar desde unos 3,500 o 4,000 metros de altura supone experimentar unos 40-50 segundos de caída libre antes de tener que abrir el paracaídas. Parecen pocos, pero son una eternidad cuando el aire deforma nuestros rostros, sentimos la tremenda fuerza de la gravedad y la adrenalina inunda nuestras venas.

El paisaje sobre el que estamos descendiendo pasa, en ese momento, a un tímido segundo plano. Disfrutaremos de él, no obstante, cuando se abra el paracaídas y comencemos el descenso pausado. Entonces nos sentiremos más vivos que nunca. Una experiencia imposible de explicar con palabras.

Para potenciarla al máximo, aquí compartimos algunos de los mejores lugares del mundo para saltar en paracaídas (normalmente, en tándem comercial).

MONTE EVEREST, NEPAL

En la cima de los saltos en paracaídas más espectaculares del mundo no puede estar otro lugar   más que el techo de la Tierra. Saltar cerca del Everest es un sueño para cualquier skydiver (skydiving es el término inglés que se emplea para denominar estos saltos al vacío con apertura de paracaídas).

En Nepal existen agencias de actividades de aventura que preparan paquetes que incluyen un trekking de varios días por los Himalayas, alojamiento y un salto en tándem desde un helicóptero situado a alturas que superan los 7,000 metros, teniendo el techo del mundo a la vista. Pero no sólo se puede ver el Everest, sino también un sinfín de preciosas e imponentes montañas que forman parte de la cordillera del Himalaya. 

Una experiencia espectacular que tiene su precio – puede rondar los € 25,000 -, una larga lista de espera y que no es apta para principiantes. Sin embargo, vivirla nos creará un recuerdo imborrable.

CATARATAS VICTORIA, ZAMBIA Y ZIMBABUE

Dicen de las cataratas Victoria que son las más grandes del mundo, llegando a alcanzar el kilómetro de largo y con una caída de unos 100 metros. La gente local la llama ‘Mosi-o-Tunya’, que significa ‘el humo que truena’. El estruendo que produce el agua al caer puede oírse a 40 km de distancia.

Saltar sobre las cataratas Victoria proporciona una hermosa visión de esta maravilla de la naturaleza, pero también de los bosques de alrededor. Eso sí, debido a la variación del nivel de agua, sólo se permiten saltos en determinadas épocas del año. EL GRAN CAÑÓN, EEUU

Otro de los grandes parajes terrestres que merece la pena contemplar a vuelo de pájaro es el Gran Cañón del Colorado. Esas grandes paredes de colorida roca levantándose alrededor de las bravas aguas del río Colorado es un espectáculo del que podremos disfrutar tras los cerca de 50 segundos de infarto en los que caeremos a plomo.

NUEVA ZELANDA

Nueva Zelanda es un país donde la palabra “aventura” está totalmente integrada en el día a día de la gente. Aquí se pueden – y deben – practicar todos esos deportes que suenan arriesgados y acaban con el sufijo británico –ing. Rafting, bungee jumping, climbing, trekking, paragliding y, por supuesto, skydiving.

Hay tantos buenos lugares donde saltar en paracaídas en Nueva Zelanda que resulta complicado elegir uno. Entre los tres más populares encontramos saltar sobre un lago, sobre un Parque Nacional y sobre un gigante de hielo.

Saltar sobre el lago Taupo nos brinda la oportunidad de contemplar, desde el aire, las armoniosas y bellas tierras de la isla Norte, además de las aguas del lago más grande del país. Cuando nuestro paracaídas se abre y comenzamos el suave descenso sobre el parque nacional de Abel Tasman, son extensas playas vírgenes enmarcadas por bosques infinitos y altos acantilados lo que podremos admirar bajo nuestros pies. Por último, un gigante de hielo será parte de nuestra panorámica desde el cielo cuando volemos sobre las grandes lenguas glaciares de Fox o Franz Josef, ambas en la isla Sur.

INTERLAKEN, SUIZA

Los Alpes Suizos no sólo son ideales para esquiar. Al elegir este destino como próxima aventura de paracaidismo, seremos recompensados con vistas épicas de montañas nevadas y majestuosos glaciares mientras nos deslizamos suavemente de regreso a la Tierra. 

Las estaciones de otoño e invierno son las mejores para disfrutar al máximo de estos paisajes durante un salto. Los adictos a la adrenalina que anhelan las alturas incluso tienen la oportunidad de probar suerte con el ala delta.

DUBÁI, EMIRATOS ÁRABES UNIDOS

No todos los mejores saltos en paracaídas del mundo se realizan sobre obras esculpidas, exclusivamente, por la mano de la madre naturaleza. Un gran ejemplo de ello es la moderna y sorprendente ciudad de Dubái. Esta especie de meca del lujo se ha levantado en un terreno inhóspito e imposible, arrebatado al desierto por la tozudez – o la necesidad – del ser humano.

Admirar Dubái desde el cielo nos regala una inmejorable estampa de este “logro”, con el inmenso desierto a un lado, las aguas del océano a otro y, como una cicatriz grisácea entre ambos, los rascacielos y avenidas de la moderna urbe. Una de las visiones más impactantes de este vuelo es el complejo Palm Jumeraih, la famosa isla en forma de palmera creada por el hombre.

ISLA DENARAU, FIJI

Ver las preciosas Islas Fiji y el magnífico arrecife de coral desde el aire es algo difícil de igualar. Podemos llevar la experiencia al siguiente nivel saltando en caída libre sobre el océano, desde más de 4,000 metros de altura. 

En este salto podremos admirar la tropical estampa de la isla Denarau. Cuando nos estemos acercando al agua, ésta es tan transparente que llegaremos a ver los peces y corales sin ninguna dificultad.

GRAN AGUJERO AZUL, BELICE

¿Quién no ha visto alguna impresionante foto del famoso Great Blue Hole de Belice? Este extraordinario lugar se formó hace unos 12,000 años, cuando el nivel del mar subió, las cavernas se inundaron y la cubierta de roca colapsó, formando una sima, de unos 125 metros de profundidad, que está llena de vida y atrae a buceadores de todo el mundo.

Con un salto desde unos 3,300 metros de altura, las vistas son de otro planeta. Además, podemos contratar una variable que incluye el aterrizaje en el agua para, acto seguido, subirnos a una barca, ponernos el equipo de buceador y sumergirnos en esas aguas misteriosas. 

SEVILLA, ESPAÑA

España también cuenta con un famoso salto al vacío con paracaídas. Consiste en una caída libre desde algo más de 4,500 metros, la altura más alta permitida en Europa, lo que es suficiente para poner nerviosos incluso a los más valientes adictos a la adrenalina. Esto se complementa con la fabulosa panorámica aérea de Sevilla, una ciudad que enamora desde todas sus perspectivas.

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