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Destino

Los restaurantes de Madrid que debes probar en tu próxima visita

Desde bares de tapas hasta restaurantes con estrella Michelin, pasando por el mejor japonés y el italiano más romántico: si estás planeando una visita a Madrid, asegúrate de incluir en tu itinerario alguno de estos restaurantes.

Es muy difícil –por no decir imposible– elaborar una lista de los mejores restaurantes de Madrid, tanto por la avalancha de nuevas aperturas día sí y día también como por la amplia oferta ya existente.

Si eres un amante de la gastronomía, no puedes perderte la oportunidad de explorar la escena culinaria de Madrid, tan variada y deliciosa que te será difícil elegir.

Compartimos una selección de los mejores restaurantes de la capital española: de las barras más auténticas a los restaurantes más elegantes, pasando por una amplia selección de propuestas internacionales que te llevarán de viaje por los sabores de Italia, Japón, México o Perú sin salir de Madrid.

FISMULER (Sagasta, 29)

Irás por su tarta de queso –famosa en todo Madrid– y repetirás por todo lo demás. Y es que el restaurante del Grupo La Ancha ofrece una experiencia 360º donde cada plato pondrá a prueba todos tus sentidos.

Cada mesa es diferente y cada propuesta de Patxi Zumárraga y Nino Reduello una delicia sencilla, auténtica y sin artificios. La carta cambia a diario, pero hay clásicos que siempre se dejan ver como el escalope San Román –emplatado en mesa con huevo y trufa rayada–, la tortilla de sobrasada mallorquina o el arroz de alcachofas y caracoles a la llama.

CHARRÚA (Conde de Xiquena, 4)

Una vez traspasadas las puertas de Charrúa, uno se olvida que hace un momento se encontraba en el centro de la capital, pues su interior íntimo y acogedor envuelve al comensal con sus muebles de madera, sus cálidas mantas, sus palpitantes candelabros… La luz tenue y el embrujo de las llamas ofrecen un escenario de lo más atractivo, considerado por muchos como uno de los restaurantes más románticos de la capital española.

Aquí rinden verdadero “culto al fuego” y de su parrilla vista salen exquisitos cortes de carne de diferentes países como Uruguay, Finlandia, Alemania y España. ¿Nuestra recomendación? El tomahawk de vaca Ayrshire, el lomo alto Prime Black Angus Nebraska, el chuletón de vaca Holstein o el chuletón de vaca gallega de 60 días de maduración.

TOTÓ (Paseo de la Castellana 38)

Ubicado en el Paseo de la Castellana, Totó es el último proyecto en Madrid de MABEL Hospitality, filial de MABEL CAPITAL –fundada por Manuel Campos Guallar, Abel Matutes Prats y Rafael Nadal y propietaria también del grupo TATEL–.

Su interiorismo, inspirado en el cine italiano de los años 50 y 60, su luz tenue y la música en directo lo convierten en el plan perfecto para una primera cita, una cena con amigos o una celebración. Si a ello añadimos materia prima de la máxima calidad, un trato impecable y una carta con recetas tradicionales –ideada por el chef Emiliano Celli–, el resultado de la primera visita a Totó se resumen en dos palabras: ¿cuándo repetimos?

EL PARAGUAS (Jorge Juan, 16)

El primer restaurante del reputado Grupo Paraguas lleva desde 2004 abogando por la premisa que le ha llevado al éxito: “la sofisticación de la sencillez”.

Su cocina de producto, honesta y elegante, unida a la profesionalidad del personal, hace de El Paraguas uno de los clásicos madrileños que nunca fallan.

Las verdinas con perdiz y las colmenillas rellenas de foie son algunas de sus recetas estrella.

TERRACOTTA (Velázquez, 80)

“Artesanía gastronómica”. Así se presenta Terracotta, que más que un restaurante, es una historia, un homenaje a las raíces, a los oficios manuales, a los detalles y a la esencia de los sabores.

Irás por su interiorismo (que no para de aparecer en tu feed de Instagram), te enamorarás de su filosofía craft, alucinarás con sus sabores y volverás a brindar con sus sangrías de autor. ¿Es Terracotta el nuevo restaurante más bonito de Madrid?

La carta cambia con la temporada, aunque hay algunos platos que ya se han convertido en símbolo del restaurante, como las croquetas de carabinero, velo ibérico y alioli de ajo negro; la ensaladilla cremosa con encurtidos, piparras y atún rojo; el brioche de calamares; el säam de papada ibérica; y el arroz socarrat al aroma de sarmiento con gambón y alioli de lima.

LA ÚNICA (Claudio Coello, 10)

El primer restaurante del Grupo La Única en España aterrizó en Madrid de la mano del chef Andrés Madrigal al frente, quien ha ideado una carta mexiterránea en la que el mejor producto de aquí adopta formas y sabores insospechados del otro lado del charco.

Entre sus deliciosos platos destacan el taco de cochinillo de Sepúlveda, la lasagna fea de txangurro con jaiba frita, su Arroz a la tumbada de mariscos y el tartar de atún rojo sobre tuétano.

ARROGANTE (Velázquez, 96)

Este singular proyecto del grupo Salvaje ha sido concebido como un restaurante italiano divertido, sexy y, por supuesto, instagrameable. Tras la mudanza de Salvaje Madrid al renovado BLESS Hotel Madrid, Arrogante pasó a ocupar el número 96 de la calle Velázquez, inaugurando el nuevo concepto gastronómico del sello hostelero.

La carta, firmada por el chef venezolano Fermín Azkue, incluye, como no podía ser de otra forma, pastas y pizzas elaboradas con el mejor producto italiano y español, así como un apartado de crudos, ensaladas y risotti.

También cuentan con una interesante propuesta de coctelería, a cargo del bartender Borja Goikoetxea y un ambiente circense donde no falta música en directo y las animadas sorpresas que caracterizan al grupo.

ZUMA (Paseo de la Castellana, 2)

Su lista de espera es tan larga como la estela de su éxito. La sede del famoso restaurante japonés Zuma en la capital celebra su conocido concepto japonés izakaya plasmado en una carta diseñada por el chef Rainer Becke.

Ubicado en el encuentro del Paseo de la Castellana con la Plaza de Colón, en el local que antes ocupaba el Hard Rock Café, Zuma tiene capacidad para 200 comensales y una carta donde podemos disfrutar de tres cocinas: la principal, la barra de sushi y la parrilla robata.

El gyuhire sumibiyaki karimí zuke (solomillo de ternera picante), el gin-dara no saikyo yaki (bacalao negro marinado en miso), el maguro no osashimi (tataki de atún con daikon y salsa ponzu) o el ise ebi no oven yaki hojiso botter fuumi (bogavante al horno con mantequilla de shiso y chile verde) son solo algunas de las delicias japo que podrás probar.

Tampoco te puedes perder su carta de cócteles, que incluye una gran variedad de sakes premium, entre los que se encuentra el suyo propio en exclusiva, creado para combinar con los diferentes platos del menú.

CASA ISABELLA (Calle de Puigcerdaá, 4)

El primer local de Grupo Isabella’s en Madrid es mucho más que un restaurante italiano. Ubicado en el coqueto callejón de Puigcerdá, Casa Isabella nos hace sentir como en un verdadero hogar.

“Aquí, los platos se comparten, las amistades se celebran y las sobremesas no se acaban nunca”, afirman desde el propio restaurante, que cuenta con cinco acogedores espacios en los que probar su cocina italiana de mercado con toques mediterráneos, alargar las sobremesas mientras el calor remite y disfrutar de las noches de verano madrileñas en uno de los rincones más encantadores de la capital.

Imprescindibles –e irresistibles– son sus croquetas de gorgonzola con base de mermelada y las de rabo de toro y pecorino trufado; el tomate de L’Empordà con straciatella, aceite y sal; los espaguetis con centollo y los fetuccini trufados.

NÔMADÂ (Serrano, 41)

A la cocina de raíces árabes de Nômadâ se suman cruces mediterráneos y de inspiración andalusí para crear una propuesta gastronómica donde encontramos el tradicional tabbouleh, una selección de mezze (o tapas árabes), hummus, kalimas (como falafel, kebbeh o batata picante), pizzas –ojo a la safiha (con carne de cordero)–, así como carnes y pescados a la parrilla y al horno.

Nômadâ abre desde el atardecer, para aprovechar la mágica luz de este momento del día, y a su oferta culinaria hay que añadir su genial programa de entretenimiento, que incluye música y actuaciones en directo.

El restaurante forma parte del proyecto de revitalización del edificio, uno de los pocos ejemplos de arquitectura brutalista que quedan en Madrid. El plan global, bautizado como Galerías Serrano, tiene como objetivo “devolver a Madrid conceptos de los que sentirse nuevamente orgullosa” y en él puedes encontrar Bar Carallo y próximamente Astro.

BOMBASTIC (Plaza de Pedro Zerolo, 1)

Bajo el lema “No se admite gente tóxica”, Bombastic ha revolucionado –y avivado– la escena gastro de Madrid con su propuesta rica y desenfada, su ambiente informal y divertido y el secreto japo que esconde bajando sus escaleras.

Entre los socios del local están Chef Bosquet (Naked & Sated); personalidades del mundo del deporte como Marcos Llorente, Marco Asensio, Gerard Deulofeu, Ibai Gómez y Amaya Valdemoro; y el empresario Marino Cid (Hogo).

Al frente de los fogones encontramos a Sergio Monterde, chef ejecutivo (Sr. Ito y Asiako); Raúl Romero y Agustín Murata y David González (ex Kabukis).

Su propuesta es cañera, variada y está elaborada con el producto de la mejor calidad: desde las raciones para compartir (como la trilogía de croquetas) a los irresistibles arroces, pasando por las brasas (ojo a la Bombastic Burger y al pollo de corral) y deteniéndonos en el secreto japo que esconde bajando sus escaleras (Harakiri by Sr. Ito).

AARDE (Plaza de la Independencia, 10)

Aarde es un homenaje a las raíces del continente africano, a su tierra, a su música, a sus aromas, a su fauna y flora… Cada plato que sale de su cocina abierta cuenta una historia a través de sabores y texturas que invitan a dejarse llevar. Los más atrevidos no pueden irse sin probar la lasaña de chingulugulu, el tartar de bock con arándano silvestre y el ceviche de aloe vera.

ISA (Four Seasons Hotel Madrid)

Cócteles de autor –a cargo del reconocido bartender Miguel Pérez– y una carta de inspiración asiática –ideada por Jhonny Setjo– son los dos pilares de Isa, el gastrobar del Four Seasons Hotel Madrid.

Ubicado en la primera planta del hotel, en el esquinazo donde se unen las calles Sevilla y Alcalá, Isa se ha convertido en el templo de peregrinación sibarita por antonomasia y su diseño, firmado por el estudio neoyorkino AvroKo, no deja a nadie indiferente.

Cuenta con varios espacios, entre los que destaca la sala principal, presidida por una barra circular y con dibujos pintados a mano en el techo.

BUGAO (calle María de Molina, 4)

Tras más de una década de éxitos en Ceuta con sus restaurantes Piscolabis y Bugao, el chef Hugo Ruiz, galardonado con un Sol Repsol, trajo a Madrid su “cocina entre mares” de la mano de Bugao.

El restaurante está compuesto por dos espacios que cuentan con su propia carta y propuesta: una más informal y otra más gastronómica.

En la planta baja se encuentra el Gastrobar, con una gran cocina vista y una estética fresca y relajada. Como el propio Hugo Ruiz subraya: “Los grandes protagonistas aquí serán las tapas, los montaditos, platos en crudo y cortes sencillos de pescado y carne, sin olvidar las verduras y los ibéricos”.

El restaurante Gourmet, por su parte, ofrece un servicio exquisito en un entorno elegante y acogedor donde deleitarse con platos como la ensaladilla rusa de gambas y langostinos y la famosa crema de arroz con leche, el postre de Hugo más emblemático de Casa Gerardo.

El espacio, diseñado por Silvia Picar, te transportará al Cádiz más colonial, pues recrea la arquitectura de los pueblos del mediterráneo y su influencia árabe a través de viguerías, paredes encaladas y suelos de barro.

Amazónico (Jorge Juan, 20)

Llegó, abrió y venció. Amazónico es uno de los place to be por excelencia de la capital. Pero, lejos de ser otro lugar más donde ver y dejarse ver, este restaurante de Grupo Paraguas ofrece una experiencia culinaria que debes probar al menos una vez –y repetirás–.

El interiorismo, a cargo de Lázaro Rosa-Violán, emula una exótica jungla –animales incluidos– que invita a introducirse y descubrir cada uno de los espacios del local: la barra semicircular de la entrada para tomar algo, la barra japonesa, la sala y, sorpresa, el Jungle Jazz Club del nivel inferior para continuar la noche.

¿La carta? Un increíble viaje por Brasil, Japón, Argentina, India, China y Perú a través de pescados y carnes a la brasa, una amplia selección de sushi y platos ideales para compartir como los rollitos con korma de cordero al tandoor o las ancas de rana con salsa de mango y habanero. 

BARETO (Alcalá 55)

Bareto es un homenaje al bar de toda la vida, al “momento cañas”, a las tapas castizas, a la hora del vermú… Bajo estas premisas, el Grupo Barbillón hace su entrada triunfal en la capital en el mismo local que ocupó la antigua cervecería de Correos y de la mano del tándem formado por los hermanos Kike y Curro Sánchez del Amo y el empresario hostelero Nacho Horcajada.

Una cocina sencilla y rica, una terraza en plena calle Alcalá y cañas bien frías a cualquier hora, ¿qué mas podemos pedir? Entre sus platos estrellas están los torreznos, las patatas bravas receta de Madrid, los montados de calamares y de ternera asada, los flamenquines y el matrimonio de anchoa y boquerón.

FISHER’S MADRID (Velázquez 41)

La primera sucursal de Fisher’s fuera de México, donde cuentan con más de treinta locales, es uno de los imprescindibles de la atractiva propuesta gastronómica de la calle Velázquez y de nuestra lista de mexicanos favoritos de Madrid.

Con el pescado y el marisco como base de la carta, Mónica y Eduardo Noriega han creado una deliciosa propuesta llena de sabrosos platillos como el ya célebre taco de camarón –que nació en 1989–, las gambas petroleras, la sopa de mariscos –preparada en una cazuela de barro al momento– y el cóctel de langostinos.

EL BACARO DE FABIO GASPARINI (varias localizaciones)

Con locales en Chamberí, Pozuelo y La Latina, El Bacaro de Fabio Gasparini es uno de nuestros italianos favoritos de Madrid.

El Grupo Mimosa –capitaneado por Aarón y Mesala Guerrero– se alió con Gasparini para crear el primer bacaro –nombre que reciben las tascas venecianas– y el éxito fue tal, que la idea de ampliar la familia no tardó en aparecer.

Entre sus propuestas encontramos el carpaccio de picaña madurada 40 días de Discarlux, los spaghetti alla carbonara originale, los paccheri al ragu o los gnochi al pesto.

Otro de los imprescindibles de la carta son las pinsas, elaboradas artesanalmente con masa madre, una mezcla de harinas de trigo, arroz y maíz aceite de oliva y una fermentación de hasta 72 horas.

A ello debemos añadir sus más de 30 referencias de vinos italianos, vermuts y cócteles típicos venecianos como Aperol Spritz, Negroni y Bellini.

MUDRÁ (Recoletos, 13)

La propuesta plant based de Mudrá, a cargo del chef Matthew Kenney tiene como objetivo “fomentar el respeto al medioambiente, la naturaleza y a aquellos que la habitan bajo el mantra de que la sostenibilidad es la forma de vida del futuro”.

En Mudrá se prioriza el uso de verduras, frutas, cereales, legumbres, frutos secos, hongos, semillas, superalimentos y flores. ¿El resultado de combinar dichos ingredientes? Sus piezas de sushi (como el uramiiki crispy), la hamburguesa Portobello, las pizzas con masa fermentada, el hummus con berenjenas asadas, los baos y otras delicias que solo los más rápidos podrán fotografiar antes de que desaparezcan del plato.

AMÓS (Rosewood Villa Magna; entrada por Ortega y Gasset, 2)

El hotel Rosewood Villa Magna, con el que la prestigiosa marca Rosewood Hotels & Resorts comenzó su andadura en España, alberga también el primer restaurante del chef Jesús Sánchez en Madrid: Amósun homenaje a la tierra, su producto, la tradición y el sabor.

En la carta conviven algunos de sus platos más célebres del Cenador de Amós e innovadoras creaciones en las que el chef añade su toque creativo y visión contemporánea.

Así, no faltan productos y elaboraciones icónicas como las anchoas, las rabas o los quesos de la Tierruca, que conviven con las verduras de la huerta navarra, cocidos vegetales interpretados en dos pases, carnes y pescados del Cantábrico.

“Queremos que comer en Amós sea un viaje al norte, a sus productos, sus elaboraciones tradicionales, el mar y la huerta. Un viaje en el que reconocer un territorio, un viaje reconfortante”, afirma el chef navarro.

La arquitecta española Alejandra Pombo se ha ocupado del interiorismo de Amós, así como de su terraza.

VORAZ (Fernando el Santo, 25)

“Del mar, del bosque y las marismas”, reza la cabecera de la web de este rincón gastronómico en el barrio de Almagro.

El Grupo DO EAT! –fundado por Jaime Arteaga y Diego Pérez Crespo–, junto con el chef colombiano Pedro Cardona, proponen en Voraz una carta mediterránea, con guiños a otros países: “Espero que nos acompañes en este viaje con influencias de Baleares, Valencia, Andalucía, el País Vasco, Portugal, Francia, Asia… y otros muchos lugares que nos han hecho entender la gastronomía a nuestra manera, y a mantenernos siempre así, siempre voraces”, afirma.

Muy recomendable es comenzar por su foie micuit en pan sardo crujiente, mango y tomate seco confitado, o por el mortero de pulpo a la brasa con boniato asado y ajo negro.

Para continuar, carnes como el costillar a baja temperatura, el lomo de vaca al carbón o el tomahawk con brimi braseado son acierto seguro, al igual que pescados como el rape barriga negra a la parrilla o el rodaballo braseado.

Otra de sus especialidades son los arroces (como el de pato, puerro y alcachofas o el de bogavante en su coral). Deja hueco para la tarta de queso cremoso o el brownie de chocolate. Te sorprenderán.

BAAN (Villanueva, 2)

BAAN aúna lo mejor de la cocina del sudeste asiático y una atractiva propuesta coctelera que combina creaciones exóticas con reminiscencias asiáticas y clásicos imprescindibles.

El chef Víctor Camargo nos invita a vivir un viaje único a Tailandia y Vietnam, con paradas en India, Filipinas o China a través de elaboraciones de culto y recetas tradicionales como el kinilaw de langostinos ama ebi, las samosas, los dumplings, el pad thai vegetal o la kofta de picaña.

TORCUATO (ABC Serranno, Serrano 61)

La azotea de ABC Serrano acoge uno de los restaurantes más animados de la capital. ¿Su nombre? Torcuato, en homenaje a Torcuato Luca de Tena, fundador de la revista Blanco y Negro y el periódico ABC.

¿Su cocina? “Ecléctica, exótica y cosmopolita”, firmada por el televisivo chef Sergio Fernández (Canal Cocina). ¿Su interiorismo? De Pepe Leal.

La carta del restaurante de Grupo La Fábrica está dividida en seis secciones: raw bar, entrantes fríos y calientes (como el tiradito de lubina, la presa ibérica marinada y el salmorejo de cherrys con helado de Idiazábal y yuca crujiente), carnes (ojo al vitello tonnato al revés), pescados y postres.

Con la picaña madurada con chimichurri cruzamos (y saboreamos) el Atlántico mientras que los sabores de Oriente te sorprenderán para bien en platos como la hamburguesa de cordero especiada con pan brioche y tzatziki y el tahini de cordero con cous cous y guiso de pasas.

Especial mención merece la terraza: 700 metros cuadrados donde brindar y disfrutar de cócteles y de la música de los djs.

LEÑA (Paseo de la Castellana, 57)

El steatkhouse de Dani García llegó a la capital en 2021 –año en que recibió el premio a restaurante más bonito del mundo– y a día de hoy es uno de los imprescindibles de locales y visitantes.

La carta comienza con la sección ‘Todo al rojo’ –marca creada por Dani García y Txogitxu en exclusiva para Leña Marbella, Madrid y Dubai– y continúa con pescados, entradas vegetales –como baba ganoush, aguacate de Málaga a la brasa, puerro asado al carbón o caprese de burrata ahumada–, entradas a la brasa –como la morcilla, la sobrasada, las croquetas de pollo o el pretzel de ternera– y finaliza con los yakipinchos (espetos de carne).

SMOKED ROOM (Paseo de la Castellana, 57)

En este restaurante boutique, también de Dani García, catorce comensales disfrutan de la experiencia Fire Omakase, una propuesta que consiste en dejarse llevar por el chef y disfrutar, y que irá cambiando según los productos de la temporada.

“Es un menú degustación de cocina a la brasa. Pero, sobre todo, una cocina directa pensando en el propio comensal y no en el ego del cocinero”, indica el chef marbellí.

Aquí, la técnica pasa a ser una parte indispensable de cada plato convirtiendo el humo en el aderezo, siendo el toque de cada pescado, verdura, marisco o carne. Las técnicas usadas para el menú son el ahumado, las brasas y la maduración, las cuales llevan a cabo gracias a las dos cámaras de maduración, brasas y ahumadores.

COTORRITA (Santa Engracia, 33)

“Creemos que lo más importante es compartir el momento”, afirman desde Cotorrita, un lugar que quiere convertirse en tu bar. Ese al que acudir para vivir precisamente eso, momentos.

Los fundadores de Cotorrita son Andoni Goicoechea y Fernando Montes. Andoni es el fundador y presidente de GOIKO, en donde conoció a Fernando cuando entró como CFO. Siempre soñaron con abrir un bar de tapas y compartirlo con sus amigos y ahora el sueño se ha hecho realidad.

Para desayunar –una tostada con pan de masa madre y café de especialidad–, comer –un solomillo Pirompo con patatas trufadas, por ejemplo– o cenar de tapeo y brindar con una cerveza de grifo muy fría. 

BELBO PIROPO (Plaza de Santa Ana, 3)

Belbo Collection desembarcó en Madrid por la puerta grande: con Belbo Piropo, ubicado en la animada Plaza de Santa Ana.

¿Los motivos? Sus tapas con sabor mediterráneo, sus espetos y brasas, sus arroces, su carta de cócteles, su estilo relajado e informal y su acogedora terraza donde disfrutar de los rayos de sol madrileños y la mejor compañía.

BERRIA (Plaza de la Independencia, 6)

Ahí está, ahí está, la Puerta de Alcalá… ¡y el bar de vinos que todo wine lover debe conocer: Berria. Su bodega cuenta con más de 1.600 referencias y 80 vinos por copas que se renuevan varias veces al mes.

A la carta líquida se suma una propuesta gastronómica sencilla, con el foco en la calidad del producto. Anchoas de Santoña, gildas, bloc de foie gras, chistorra de Patxi Larrañada, huevos fritos con jamón, solomillo a la parrilla… Bocados de lo más apetecibles de los que puedes disfrutar en la que ya anticipamos se convertirá en una de las terrazas de moda este otoño.

Al frente del equipo están Gabriela Alcorta, como fundadora y encargada del interiorismo del espacio, y Tomás Ucha, como jefe de sumilleres

Una experiencia enólogica y culinaria que te transportará directo a la playa cántabra de Berria (sin perder de vista la Puerta de Alcalá).

GOLDA (Orellana 19)

“Israelí, argentino, healthy y orgánico, para gente cosmopolita de todas las edades y a todas las horas”: Golda, el segundo proyecto de Grupo Fayer, es uno de nuestros favoritos en el barrio de Justicia. ¿Las razones? Su café de especialidad, sus zumos y smoothies hechos al momento y una gran oferta de comida sana y rica para desayunar, comer, merendar o cenar temprano.

¿Por qué Golda? “Es el homenaje que hacemos a todas las mujeres y también está asociado a la primera mujer primer ministro israelí, Golda Meyer”, explican.

El local es acogedor e ideal para comer en un ambiente relajado y por qué no, teletrabajar rodeado de fotografías de Pedro Almodóvar, pósters de Juan Gatti y piezas artesanas. Además, ¡son pet friendly!

Su menú all-day incluye hummus, falafel, cremas, burekas, cous cous, ensaladas, sandwiches, bagels, tostadas y bollería casera.

PATIO SIETE (Fortuny, 7)

Y tiro porque me toca: el tercer proyecto de Grupo Fayer se aloja en el Hotel One Shot Fortuny 07 y no es casualidad: sus fundadores (Martin Loeb y Alejandro Pitashny) siempre eligen este hotel para sus largas estancias en Madrid. Así, se aliaron con Felipe Mendieta y Enrique Solís (Grupo One Shot) para crear Patio Siete, un restaurante que “ofrece comida internacional muy sana y accesible”.

Patio Siete abre de 7 de la mañana a 12 de la noche ininterrumpidamente y cuenta con el mejor café de especialidad proporcionado por Hola Coffee.

El espacio está dividido en dos partes: la zona interior (en la que encontrarás una librería, obra de Crazy Mary Librería & Co con libros y revistas a la venta así como láminas y pósters de Paripé Laminarium) y el impresionante patio reformado.

MARTINICA (Pinar, 6 bis)

La primera apertura en la ciudad del Grupo Martinica, propiedad del empresario salmantino Paco Gil y del chef Marcello Salaris tiene una superficie de 500 metros cuadrados y en su cocina reina el espíritu mediterráneo, al que se suma una buena dosis de influencias del mundo –de Japón a México pasando por Marruecos y la Cerdeña natal del chef–.

Algunos de los imprescindibles de la carta son la berenjena a la parmesana fusión ítalo-japonesa y el bacalao a la brasa servido con guiso de patata, setas, trufa, consomé de cebolla y tuétano.

Además de los platos, el interiorismo copará todos los stories de los más instagramers.

SILLAO (Argensola, 7)

La propuesta chifa del restaurante de Grupo Quispe aúna lo mejor de las cocinas peruana y cantonesa en un espacio que recuerda a un salón de té chino, donde, eso sí, se brinda con piscos.

En la mesa, las cestas de dim sum conviven armoniosamente con el arroz chaufa, el tallarín saltado o el pollo Chi Jau Kay. La técnica del wok es una de las grandes protagonistas de la carta, que, sin duda, hay que maridar con los cócteles del Pisco Bar. ¿Nuestros favoritos? El chicha sour y el lychee sour.

RITUAL (Velázquez, 47)

Con horario ininterrumpido (de doce de la mañana hasta la madrugada) aunque poniendo todo el énfasis en el concepto Dine & Dance, Ritual convierte el acto de reunirse en torno a una mesa en una celebración llena de emociones en la que participen los cinco sentidos.

Para conseguirlo, el entorno es fundamental, y en él “priman lo natural, lo orgánico y tribal sin renunciar al confort y sofisticación estética”. El Estudio de Interiorismo Javier Erlanz ha sido el encargado de idear el espacio, apostando por los materiales en estado crudo, como los granitos, las maderas, los cueros o las fibras naturales que conviven con tejidos y vegetación natural.

La carta de Ritual se basa en una cocina de mercado saludable y de raíces mediterráneas, pero también original, divertida y vistosa, con técnicas e influencias de la cocina latina y asiática. Así, encontramos propuestas como las gyozas de langostino, el lomo alto de vaca vieja de 60 días de maduración, el pad thai con salsa saté, el risotto de trufa o el tartar de atún rojo Balfegó.

Al frente de la barra nocturna y como responsable de la coctelería de Ritual está Dayron Lucero, cuyos combinados de autor te dejarán sin palabras –y con ganas de repetir–.

DISTRITO VEGANO INVERNADERO (Conde de Romanones, 10)

En Distrito Vegano Invernadero podrás degustar una amplia selección de platos 100% planted based del desayuno a la cena y del estilo tradicional al más desenfadado street food.

¿Nuestras recomendaciones? La ensaladilla La Moder, el revuelto a la vasca, la burger tartufo, el arroz caldoso y las alcachofas de Tudela.

BAR DE FUEGOS (calle de Barbieri, 7)

En Bar de Fuegos (Grupo Mirusata), las llamas atraen todas las miradas –literalmente, pues la cocina es abierta de manera que el comensal ve en todo momento la flamante parrilla y el horno–.

¿El jefe de todo esto? El chef Estrella Michelin Mauricio Giovanini (restaurante Messina, Marbella), que ha creado una carta variada donde priman los platos elaborados en parrillas de leña y carbón, a base de producto del mar y de la tierra a los que agrega un toque elegante y deliciosos guiños a su Argentina natal.

Como no podía ser de otra forma, las carnes son las protagonistas de la carta: picaña, lomo alto argentino, pluma y presa ibéricas, tomahawk, picantón…

El mar también está presente en forma de lubina con crema de boniato y pico de gallo y rodaballo a la brasa y más que recomendables son sus entrepanes a la parrilla –de presa ibérica, ternera, panceta, setas…– y sus pizzas, también a la brasa por supuesto.

SANTANCHA (Santa Engracia, 41)

El nombre del segundo local de los hermanos Van Dulken, propietarios de La Vanduca, es un juego de palabras entre Santa Engracia (la calle donde está ubicado) y Chamberí (el barrio).

De carácter informal y desenfadado, la carta de Santancha apuesta por el picoteo, las medias raciones y los platos para compartir, como el tiradito de salmón ahumado, la tosta de matrimonio de anchoa y boquerón con salmorejo o el falso risotto de carrillera al vino tinto con parmesano.

También han incluido los platos más exitosos de La Vanduca, como las bravas, las croquetas de jamón o las minihamburguesas.

Los fines de semana ofrecen un apartado de sugerencias de temporada, como los mejillones gallegos al vino, los huevos rotos con gambón al ajillo y trigueros o los berberechos al vapor. Entre semana, cuentan con menú del día a elegir entre tres primeros, tres segundos y dos postres.

EL GRAN BARRIL DE CASTELLANA (Poeta Joan Maragall, 23)

En el multiespacio de Grupo Oter el comensal podrá tanto degustar in situ pescado y marisco de temporada como comprar producto fresco en su lonja.

El grupo, famoso por su tradición pesquera y marinera trabaja directamente con proveedores que se sirven de las costas españolas sin intermediarios para garantizar el mejor producto de temporada.

En su dinámica carta –basada en la estacionalidad de la materia prima y los tiempos que va marcando el mar– donde nadan bogavantes, escupiñas, pescados a la sal y la reina indiscutible del lugar: la langosta, cocinada de diversas formas e incorporada en una gran variedad de platos como la caldereta de langosta al estilo Fornells, la langosta hervida, a la parrilla o con huevos y patatas.

También encontramos cortes de carne como la ternera de Guadarrama, verduras de Huerta de Carabaña, a orillas del río Tajuña, y una completa selección de arroces de Molino Roca, proveedor con el que Grupo Oter lleva trabajando más de 35 años.

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